Día 123

Cómo lidiar con los conflictos

Sabiduría Salmos 55:1-11
Nuevo Testamento Juan 3:1-21
Antiguo Testamento Josué 21:20-22:34

Introducción

Tratar los conflictos no es nada fácil; es una operación delicada en la que es crucial encontrar el enfoque y las palabras correctas para trabajarlos. Para usar una analogía de golf, es como la habilidad de saber qué palo usar.

Aquellos que son expertos en situaciones conflictivas tienen una gran variedad de enfoques y palabras, y saben cuándo y cómo usar los apropiados.

El enfrentamiento no siempre es el camino correcto; no toda crítica tiene que ser confrontada, ni todas las declaraciones erróneas deben refutarse.

Admiro mucho la habilidad de aquellos que saben cuándo hay que confrontar a alguien y se les da bien hacerlo de una manera amorosa. Ellos han aprendido a decir la verdad con amor (Efesios 4:15, NTV).

Cuando la confrontación es necesaria, ¿cómo deberías afrontarla?

Sabiduría

Salmos 55:1-11

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Masquil de David.

1 Escucha, oh Dios, mi oración;
 no pases por alto mi súplica.
2 ¡Óyeme y respóndeme,
 porque mis angustias me perturban!
 Me aterran
3 las amenazas del enemigo
 y la opresión de los impíos,
pues me causan sufrimiento
 y en su enojo me insultan.

4 Se me estremece el corazón dentro del pecho,
 y me invade un pánico mortal.
5 Temblando estoy de miedo,
 sobrecogido estoy de terror.
6 ¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma
 y volar hasta encontrar reposo!
7 Me iría muy lejos de aquí;
 me quedaría a vivir en el desierto.
8 Presuroso volaría a mi refugio,
 para librarme del viento borrascoso
 y de la tempestad.

9 ¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lenguaje!
 En la ciudad sólo veo contiendas y violencia;
10 día y noche rondan por sus muros,
 y dentro de ella hay intrigas y maldad.
11 En su seno hay fuerzas destructivas;
 de sus calles no se apartan la opresión y el engaño.

Comentario

Confronta el mal con oración

Hoy las fuerzas del mal operan en nuestras «ciudades». Los ataques terroristas y las bombas suceden en ciudades de todo el mundo, desde Bagdad a Bruselas.

David también enfrentó fuerzas violentas y destructivas del mal en la ciudad (vv.9b, 11a).

Mientras David se enfrenta a su «enemigo» cuando lo «insultan» en «su enojo» (v.3), señala: «¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo! Me iría muy lejos de aquí; me quedaría a vivir en el desierto. Presuroso volaría a mi refugio, para librarme del viento borrascoso y de la tempestad» (vv.6-8).

Ante la confrontación, la tentación es la huida, pero el mal debe ser enfrentado. No estás llamado a huir, ni a sentirte abrumado. Más bien, estás llamado a quedarte donde puedas, para hacer lo que esté a tu alcance. Como escribe San Pablo: «No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien» (Romanos 12:21).

La respuesta de David a la violencia y la destrucción es pedirle a Dios que intervenga. Ora:«¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lenguaje!» (Salmo 55:9). La oración es una parte importante de nuestra respuesta a las «fuerzas destructivas» (v.11).

La oración y la acción van de la mano, y necesitas de ambas. Incluso cuando no puedas ayudar físicamente, siempre puedes orar y Dios actúa en respuesta a tus oraciones.

Oración

«Escucha, oh Dios, mi oración; no pases por alto mi súplica» (v.1). Ayúdame a no ser vencido por el mal, sino a vencer el mal con el bien.

Nuevo Testamento

Juan 3:1-21

Jesús enseña a Nicodemo

3Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. 2 Éste fue de noche a visitar a Jesús.

—Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.

3 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.

4 —¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?

5 —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—. 6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu. 7 No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo.” 8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

9 Nicodemo replicó:

—¿Cómo es posible que esto suceda?

10 —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? —respondió Jesús—. 11 Te digo con seguridad y verdad que hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. 12 Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿entonces cómo van a creer si les hablo de las celestiales? 13 Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.

Jesús y el amor del Padre

14 »Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.

Comentario

Corrige a las personas con amor

Corregir a los que están en una posición de debilidad es relativamente fácil y hasta a veces cobarde. Enfrentarse a aquellos que ocupan cargos de poder sobre nosotros, por su trabajo, su estatus o su riqueza, requiere de un gran valor.

Jesús fue el maestro de la confrontación y nunca huyó de ella. Por otra parte, nunca actuó por ningún otro motivo que el amor.

Nicodemo era un hombre muy poderoso, un fariseo moral y recto y «un dirigente de los judíos» (v.1). Jesús no se dejó intimidar por su posición sino que confronta cariñosamente a Nicodemo con su necesidad de nacer «de nuevo» (v.3), es decir de comenzar de nuevo, dejar atrás las heridas pasadas, así como los hábitos y los viejos caminos. La transformación es el núcleo del contenido del mensaje de Jesús.

Nicodemo necesita nacer de nuevo del agua y del Espíritu (v.5). La limpieza exterior debe ir acompañada de la inhabitación interior del Espíritu Santo.

A Dios ahora no lo vemos físicamente, pero vemos las pruebas que hablan de Él. Al igual que no podemos ver el viento pero podemos ver su efecto sobre los árboles y las hojas: «lo invisible moviendo lo visible» (v.5, MSG).

Del mismo modo, Jesús dice que no puedes ver al Espíritu Santo, pero puedes ver su impacto en la vida de la gente: «La persona que toma forma está concebida adentro por algo que no puedes ver ni tocar —el Espíritu— y se convierte en un espíritu vivo» (6, MSG).

Jesús pone en cuestión las creencias de Nicodemo con amor. Usando la imagen de la serpiente en el desierto (de Números 21), Jesús predice que él mismo será levantado en la cruz «para que todo el que crea en él tenga vida eterna» (v.15).

La expresión «que crea» significa «que confíe». Cada vez que empezamos una relación nos arriesgamos. Todas las relaciones necesitan confianza, y la confianza en la dinámica de una relación es algo que crece y perdura.

Jesús enseña sobre el amor de Dios. La palabra griega usada para «amor» en el versículo 16 es ágape, la cual solo en el Evangelio de Juan aparece 44 veces. Este versículo resume el Evangelio de Juan y, de hecho, todo el Nuevo Testamento: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (v.16).

Hay un Dios y Su amor es tan grande como para abrazar a toda la humanidad sin distinción ni excepción. No es un amor genérico o sentimental. El amor de Dios es de una intensidad inconmensurable y lo ha demostrado por su disposición al sacrificar a Su único hijo por ti y por mí.

El mundo está en un estado caótico. La gente con frecuencia pregunta: «¿Por qué Dios no hace algo?» La respuesta es que Él sí hace algo. Él vino en la persona de su Hijo Jesús para morir en una cruz y resucitar por ti. Jesús conoce el sufrimiento pues sufrió por nosotros y sufre junto a nosotros.

Muchas personas han dejado de creer en la vida después de la muerte, pero como lo indica la versión en inglés Amplified Bible, Jesús prometió que tendríamos «vida eterna \[y en realidad\] viviríamos para siempre)» (v.15, AMP). Esta vida no es el final; hay esperanza más allá de la tumba, pues Jesús te ofrece la vida eterna.

Hay una gran diferencia entre la confrontación y la condena. Jesús confrontó las personas, pero no las condenó. Jesús no vino a condenarte sino a salvarte de la condenación (vv.17-18). Como Jesús, tú y yo necesitamos transmitir un mensaje no de condenación, sino de la buena noticia de la salvación. Salvar significa sacar a una persona del peligro, liberar, abrir las puertas de una prisión, sanar, completar.

Luego, Jesús habla de cómo la luz expone y enfrenta las tinieblas (vv.19-21). Jesús parece estar sugiriendo que la razón por la que algunas personas lo rechazan es porque «sus obras \[son\] malas» (v.19, RVA-2015). No queremos entrar en la luz porque no queremos renunciar a las cosas que sabemos que están mal.

No queremos que la gente vea las áreas de sombra en nosotros. Escondemos toda la oscuridad dentro de nosotros detrás de nuestra aparente bondad. El pecado aborrece la luz; cuando pecamos queremos evitar la luz de Jesús pues no queremos que nuestras malas acciones sean expuestas, pero Jesús vino a confrontar la oscuridad. Puede que tengamos miedo o vergüenza y puede ser algo extremadamente difícil para nosotros. También nosotros debemos afrontar las tinieblas de nuestras propias vidas y tratar de vivir en la luz de Cristo, quien te ama tal como eres.

Martin Luther King señaló: «La oscuridad no puede suprimir a la oscuridad; sólo puede hacerlo el amor. El odio multiplica el odio, \[…\] el odio descoyunta la personalidad, y el amor la unifica de una forma sorprendente y eficaz».

Oración

Señor, gracias por el ejemplo de Jesús. Ayúdame a vivir en la luz y a tener el valor de decir la verdad con amor.

Antiguo Testamento

Josué 21:20-22:34

20 Al resto de los levitas descendientes de Coat se les asignaron poblaciones en el territorio de la tribu de Efraín. 21 En la región montañosa de Efraín se les asignó la ciudad de Siquén, que fue una de las ciudades de refugio para los acusados de homicidio. También se les asignaron Guézer, 22 Quibsayin y Bet Jorón, es decir, cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo. 23 De la tribu de Dan se les asignaron Eltequé, Guibetón, 24 Ayalón y Gat Rimón, es decir, cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo. 25 De la media tribu de Manasés se les asignaron Tanac y Gat Rimón, es decir, dos poblaciones con sus campos de pastoreo. 26 En total fueron diez poblaciones con sus campos de pastoreo las que se asignaron al resto de los descendientes de los clanes de Coat.

27 A los levitas descendientes de Guersón se les asignaron dos poblaciones con sus campos de pastoreo en el territorio de la media tribu de Manasés: Golán en Basán (ciudad de refugio para los acusados de homicidio) y Besterá. 28 De la tribu de Isacar se les asignaron Cisón, Daberat, 29 Jarmut y Enganín, es decir, cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo. 30 De la tribu de Aser se les asignaron Miseal, Abdón, 31 Jelcat y Rejob, es decir, cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo. 32 De la tribu de Neftalí se les asignaron tres poblaciones con sus campos de pastoreo: Cedes (ciudad de refugio en la región de Galilea), y las poblaciones de Jamot Dor y Cartán. 33 En total fueron trece poblaciones con sus campos de pastoreo las que se asignaron a los levitas descendientes de los clanes de Guersón.

34 A los meraritas, uno de los clanes levitas, se les asignaron cuatro poblaciones de la tribu de Zabulón, con sus campos de pastoreo: Jocneán, Cartá, 35 Dimná y Nalal. 36 De la tribu de Rubén se les asignaron cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo: Béser, Yahaza, 37 Cademot y Mefat. 38 De la tribu de Gad se les asignaron cuatro poblaciones con sus campos de pastoreo: Ramot de Galaad (ciudad de refugio), Majanayin, 39 Hesbón y Jazer. 40 Fue así como los clanes levitas descendientes de Merari, los últimos a quienes se les asignaron poblaciones, recibieron un total de doce.

41 Los levitas recibieron en total cuarenta y ocho poblaciones con sus respectivos campos de pastoreo en territorio israelita. 42 Cada una de esas poblaciones estaba rodeada de campos de pastoreo.

43 Así fue como el Señor les entregó a los israelitas todo el territorio que había prometido darles a sus antepasados; y el pueblo de Israel se estableció allí. 44 El Señor les dio descanso en todo el territorio, cumpliendo así la promesa hecha años atrás a sus antepasados. Ninguno de sus enemigos pudo hacer frente a los israelitas, pues el Señor entregó en sus manos a cada uno de los que se les oponían. 45 Y ni una sola de las buenas promesas del Señor a favor de Israel dejó de cumplirse, sino que cada una se cumplió al pie de la letra.

Retorno de las tribus orientales

22Luego Josué convocó a las tribus de Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés, 2 y les dijo: «Ustedes han cumplido todas las órdenes que les dio Moisés, siervo del Señor. Además, ustedes me han obedecido en cada mandato que les he dado. 3 Durante todo el tiempo que ha pasado, hasta este mismo día, ustedes no han abandonado a sus hermanos los israelitas. Más bien, han cumplido todos los mandatos del Señor. 4 Y ahora que el Señor su Dios ha cumplido lo que prometió y les ha dado descanso a sus hermanos, regresen ustedes a sus hogares y a sus tierras que Moisés, siervo del Señor, les entregó al lado oriental del río Jordán. 5 Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la ley que les ordenó Moisés, siervo del Señor: amen al Señor su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo su ser.»

6 Dicho esto, Josué les dio su bendición y los envió a sus hogares. 7 A la mitad de la tribu de Manasés, Moisés ya le había entregado el territorio de Basán; a la otra mitad Josué le entregó el territorio que está en el lado occidental del río Jordán, donde se estableció la mayoría de los israelitas. A los primeros, Josué los envió a sus hogares, junto con las tribus de Rubén y Gad, y los bendijo 8 así: «Regresen a sus hogares repletos de bienes: oro, plata, bronce, hierro, gran cantidad de ropa y mucho ganado. Compartan con sus hermanos lo que le han arrebatado al enemigo.»

9 Entonces los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés salieron de Siló en Canaán, donde estaban congregados todos los israelitas, y regresaron a Galaad, el territorio que habían adquirido según el mandato que el Señor había dado por medio de Moisés.

10 Cuando llegaron a Guelilot, a orillas del río Jordán, todavía en territorio cananeo, las dos tribus y media construyeron un enorme altar. 11 Los demás israelitas se enteraron de que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés habían construido aquel altar a orillas del Jordán, en pleno territorio israelita. 12 Entonces toda la asamblea se reunió en Siló con la intención de combatir contra las dos tribus y media.

13 Por tanto, los israelitas enviaron a Finés hijo del sacerdote Eleazar a la región de Galaad para hablar con esas tribus. 14 Con él iban diez representantes de cada una de las tribus de Israel, jefes de clanes y tribus. 15 Al llegar a Galaad, les dijeron a los de las dos tribus y media:

16 —Toda la asamblea del Señor quisiera saber por qué se han rebelado contra el Dios de Israel como lo han hecho. ¿Por qué le han dado la espalda al Señor y se han rebelado contra él, construyéndose un altar? 17 ¿Acaso no hemos aprendido ninguna lección del pecado de Peor, del cual todavía no nos hemos purificado? ¿Nada nos ha enseñado la muerte de tantos miembros del pueblo del Señor? 18 ¿Por qué insisten en darle la espalda al Señor? ¡Si hoy se rebelan contra el él, mañana su ira se descargará sobre todo Israel! 19 Si la tierra que ustedes poseen es impura, crucen a esta tierra que le pertenece al Señor, y en la cual se encuentra su santuario. ¡Vengan, habiten entre nosotros! Pero, por favor, no se rebelen contra él ni contra nosotros, erigiendo otro altar además del altar del Señor nuestro Dios. 20 ¿No es verdad que cuando Acán hijo de Zera pecó al hurtar de lo que estaba destinado a la destrucción, la ira de Dios se descargó sobre toda la comunidad de Israel? Recuerden que Acán no fue el único que murió por su pecado.

21 Los de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés respondieron a los líderes israelitas:

22 —¡El Señor, Dios de dioses, sí, el Señor, Dios de dioses, sabe bien que no hicimos esto por rebeldía o por infidelidad! Y que todo Israel también lo sepa. Si no es así, que no se nos perdone la vida. 23 ¡Que el Señor mismo nos llame a cuenta si hemos construido nuestro propio altar para abandonarlo a él o para ofrecer alguno de los sacrificios ordenados por Moisés! 24 En realidad lo construimos pensando en el futuro. Tememos que algún día los descendientes de ustedes les digan a los nuestros: “¡El Señor, Dios de Israel, no tiene nada que ver con ustedes, 25 descendientes de Rubén y de Gad! Entre ustedes y nosotros el Señor ha puesto el río Jordán como barrera. ¡Ustedes no tienen nada que ver con el Señor!” Si esto sucediera, sus descendientes serían culpables de que los nuestros dejen de adorar al Señor.

26 »Por eso decidimos construir este altar, no como altar de holocaustos y sacrificios, 27 sino como testimonio entre ustedes y nosotros y entre las generaciones futuras, de que también nosotros podemos servir al Señor y ofrecerle los distintos sacrificios en su santuario. Así, en el futuro, los descendientes de ustedes nunca podrán decirles a los nuestros: “Ustedes no tienen nada que ver con el Señor.” 28 Por tanto, convenimos que si algún día nos dijeran eso a nosotros o a nuestros descendientes, nosotros les contestaríamos: “Miren la réplica del altar del Señor que nuestros antepasados construyeron, no para hacer sacrificios en él, sino como testimonio entre ustedes y nosotros.” 29 En fin, no tenemos intención alguna de rebelarnos contra el Señor o de abandonarlo construyendo otro altar para holocaustos, ofrendas o sacrificios, además del que está construido a la entrada de su santuario.

30 Cuando escucharon lo que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés tenían que decir, Finés el sacerdote y los jefes de clanes y de la comunidad quedaron satisfechos. 31 Entonces Finés hijo de Eleazar les dijo a los de esas tribus:

—Ahora estamos seguros de que el Señor está en medio de nosotros, pues ustedes no pretendían serle infieles al Señor; así que nos han salvado del castigo divino.

32 Luego Finés, hijo del sacerdote Eleazar, y los jefes de la nación se despidieron de los gaditas y rubenitas, y abandonaron Galaad para regresar a la tierra de Canaán con el fin de rendir su informe al resto de los israelitas. 33 Éstos recibieron el informe con agrado y alabaron a Dios, y no hablaron más de pelear con las tribus orientales ni de destruir sus tierras.

34 Y los rubenitas y los gaditas le dieron al altar el nombre de «Testimonio», porque dijeron: «Entre nosotros servirá de testimonio de que el Señor es Dios.»

Comentario

Confronta sabiamente a la oposición

Muchos conflictos podrían evitarse si la gente hablara entre , en lugar de simplemente hablar unos de otros.

A consecuencia de un simple malentendido, el resto de Israel miró a las dos tribus y media (los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés) y pensó que habían hecho lo incorrecto y desobedecido a Dios (22:12).

Sin embargo, en lugar de ir de inmediato a la guerra, ellos fueron lo suficientemente sabios como para confrontarlos y desafiarlos verbalmente. Apenas lo hicieron, quedó claro que sus temores eran infundados.

Tenían razón al querer inmiscuirse en lugar de ignorar esto, porque lo que hace una parte del cuerpo afecta a todo el cuerpo, no podían simplemente decir: «Ellos deciden lo que hacen».

Cuando las dos tribus y media fueron confrontadas, dieron su explicación: «Lo hicimos porque nos importaba» (v.24, MSG). Querían asegurar que sus hijos mantuvieran la fe.

La explicación fue satisfactoria: «Ahora estamos seguros de que el Señor está en medio de nosotros, pues ustedes no pretendían serle infieles» (v.31).

Esta fue una de las ocasiones en las que fue buena idea tener una reunión (vv.32-33). Después de la reunión «no hablaron más de ir contra ellos en plan de guerra» (v.33, RVA-2015).

Ten cuidado de no sacar conclusiones hostiles precipitadas sobre otros cristianos u otras iglesias. No los ataques verbalmente a sus espaldas. Si es necesario, planea una reunión, confronta y escucha la explicación. Si todos hiciéramos esto, se evitarían muchas divisiones innecesarias y sensaciones de molestia.

En este caso, aceptaron la explicación en vez de mostrarse escépticos o cínicos, y «alabaron a Dios» (v.33). Sé generoso admitiendo tus errores cuando te equivoques con la gente; admitir que estás equivocado es de «grandes».

Oración

Señor, dame sabiduría para conocer cuándo es importante convocar, confrontar y escuchar explicaciones. Ayúdanos a evitar divisiones innecesarias y desunión. Ayúdame a aprender las habilidades de la confrontación amorosa.

Añadidos de Pippa

Pippa añade

Salmo 55:9–10

«En la ciudad sólo veo contiendas y violencia; \[…\] rondan por sus muros, y dentro de ella hay intrigas y maldad».

Todavía hay mucho de esto hoy en nuestro mundo.

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Referencias

Notas:

Martin Luther King, La fuerza de amar, (Acción Cultural Cristiana, 1999). Madrid página 50.

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida a español, se parafrasea.

Las citas bíblicas marcadas (AMP) son tomadas de la Biblia Amplificada® en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.

James Washington (Ed), A Testament of Hope: The Essential Writings and Speeches of Martin Luther King, Jr., (Harper One, 2003).

Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)

Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

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