Diez razones para dar generosamente
Introducción
Mick Hawkins ha sido la persona más generosa que jamás he conocido. Siempre estaba dando y siempre ofreciendo pagar por todo. Pensábamos que era muy rico, pero en realidad, no era así. ¡Era muy generoso! Su vida rebosaba de agradecimiento por la gracia de Dios. Esto abrió su corazón y su billetera de tal manera, que inspiró a todos aquellos que lo conocían.
¡Quiero ser como Mick! Anhelo que la iglesia de Jesucristo esté llena de gente como él porque, —como vemos en el pasaje de hoy— la gracia, el agradecimiento y la generosidad están estrechamente conectados.
Salmos 106:1-15
Salmo 106
1 ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Den gracias al Señor, porque él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.
2 ¿Quién puede proclamar las proezas del Señor,
o expresar toda su alabanza?
3 Dichosos los que practican la justicia
y hacen siempre lo que es justo.
4 Recuérdame, Señor, cuando te compadezcas de tu pueblo;
ven en mi ayuda el día de tu salvación.
5 Hazme disfrutar del bienestar de tus escogidos,
participar de la alegría de tu pueblo
y expresar mis alabanzas con tu heredad.
6 Hemos pecado, lo mismo que nuestros padres;
hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.
7 Cuando nuestros padres estaban en Egipto,
no tomaron en cuenta tus maravillas;
no tuvieron presente tu bondad infinita
y se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
8 Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre,
para mostrar su gran poder.
9 Reprendió al Mar Rojo, y éste quedó seco;
los condujo por las profundidades del mar
como si cruzaran el desierto.
10 Los salvó del poder de sus enemigos,
del poder de quienes los odiaban.
11 Las aguas envolvieron a sus adversarios,
y ninguno de éstos quedó con vida.
12 Entonces ellos creyeron en sus promesas
y le entonaron alabanzas.
13 Pero muy pronto olvidaron sus acciones
y no esperaron a conocer sus planes.
14 En el desierto cedieron a sus propios deseos;
en los páramos pusieron a prueba a Dios.
15 Y él les dio lo que pidieron,
pero les envió una enfermedad devastadora.
Comentario
1. Agradece a Dios Su gracia con tu adoración
La gratitud es la respuesta natural y apropiada cuando empezamos a experimentar la gracia de Dios. El salmista desborda de agradecimiento y adora a Dios, clamando: «¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre» (v.1).
Continúa diciendo: «Hemos pecado, \[…\]; hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad. \[…\] no tomaron en cuenta tus maravillas; no tuvieron presente tu bondad infinita» (vv.6-7). Se «rebelaron» contra Dios (v.7d).
En este salmo, escribí en la margen de mi Biblia hace años: «A veces me pregunto si peco más que cualquier otro cristiano... ¿cómo puede Dios seguir perdonando?». Si a veces te sientes así, no estás solo.
Sin embargo, el siguiente versículo comienza con la palabra «pero». En esto consiste la gracia. A pesar de todo,
- «Dios los salvó, haciendo honor a su nombre» (v.8a).
- «Los condujo» (v.9b).
- «Los salvó» (v.10b).
Como resultado de la asombrosa gracia de Dios, «creyeron en sus promesas y le entonaron alabanzas» (v.12). «Pero muy pronto olvidaron sus acciones» (v.13).
Una vez más, he escrito en mi margen: «Esta es la historia de mi vida cristiana; por uno o dos días, o incluso una semana o dos, creo Sus promesas y canto Sus alabanzas... pero luego muy pronto salgo y olvido lo que ha hecho y no espero Su guía, ni le pido consejo acerca de todo».
No seamos como fueron ellos que se quejaban a cada paso del camino y siempre deseaban lo que no tenían (v.14). En palabras de la versión clásica de Amplified Bible, ellos «codiciaron en exceso» (v.14, AMPC) y Dios «les dio lo que pidieron, pero les envió una enfermedad devastadora» (v.15). A veces Dios responde «tu voluntad será hecha» y le da a las personas lo que piden, aunque no sea lo mejor para ellas. En lugar de anhelar más, disfruta y dale gracias a Dios por aquello que tienes a través de Su gracia y Su bondad contigo.
Oración
Señor, gracias por Tu increíble gracia y perdón, gracias porque me has redimido y me guías. Ayúdame a creer en Tus promesas, cantar Tus alabanzas y no olvidar lo que has hecho por mí.
2 Corintios 9:6-15
Sembrar con generosidad
6 Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. 7 Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. 8 Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. 9 Como está escrito:
«Repartió sus bienes entre los pobres;
su justicia permanece para siempre.»
10 El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. 11 Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.
12 Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos. 14 Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
Comentario
2. Agradece a Dios Su gracia con tu donación
En este pasaje Pablo nos da al menos diez razones para dar generosamente:
- Dar es la mejor inversión que puedes hacer
Al igual que en la cosecha, dar es plantar semillas. El agricultor cosechará mucho más de lo que fue sembrado (v.6). Como lo leemos en The Message: «Un sembrador tacaño obtiene una cosecha tacaña; un sembrador generoso obtiene una cosecha generosa» (v.6, MSG).
Esto se aplica a todo en la vida. Lo que le des al Señor se multiplica: tu tiempo, tus dones, tus ambiciones y tu dinero.
- Dar debe ser divertido
El dar nunca debe ser algo forzado ni hacerse a regañadientes, sino más bien debe hacerse con alegría y de forma voluntaria «porque Dios ama al que da con alegría» (v.7). La palabra griega para alegría es hilaros. Siempre bromeamos en HTB diciendo que ¡nuestra donación debe ser hilarante! Dar debería ser divertido.
- Dar te quita la carga de la preocupación financiera
Pablo escribe: «Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes» (v.8). Dar no significa entregar la responsabilidad financiera a Dios, sino entregar la preocupación y la carga de ella.
- Dar «te enriquece»
Cuando Dios te invita a dar, está apelando no solo a tus emociones, sino también a tu razón: «Serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos» (v.11). Materialmente, tendrás lo suficiente para regalar con generosidad (v.11). Tu carácter se verá enriquecido (v.10). Dios será alabado (v.11).
- Dar transforma tu carácter
Pablo habla de la «cosecha de justicia» (v.10b). Dar depura el carácter de las ataduras constrictivas del materialismo que destruye vidas.
- Dar inspira a otros
«… la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios \[…\]. En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios» (vv.11b, 13a).
- Dar satisface las necesidades de la gente
Dar de forma generosa bendice a otras personas y provee las necesidades del pueblo de Dios, «suple las necesidades de los santos» (v.12).
- Dar es prueba de una fe real
Dar de manera generosa es un acto de obediencia, que debe acompañar tu «confesión del evangelio de Cristo» (v.13). Dar es un acto de confianza, al hacerlo, estás diciendo que es Dios —no tú mismo o cualquier otra persona— quien, en última instancia, provee para tus necesidades.
- Dar te hace un accionista de la iglesia
Pablo habla de tu «generosa solidaridad con ellos y con todos» (v.13b). Al compartir una vivienda o un apartamento compartes los recibos o facturas. De la misma manera, al compartir las necesidades de la comunidad, cosechas los beneficios de esa comunidad. Por ejemplo, cada vez que alguien conoce a Cristo a través de la comunidad, compartes aquella bendición.
- Dar es una respuesta al regalo de Dios por ti
Dios nos amó de tal manera que dio a su Hijo unigénito para que tengamos vida eterna (Juan 3:16). Nuestro dar es una respuesta a la sobreabundante gracia de Dios. Su «¡… don inefable!» (2 Corintios 9:15) es el don de su Hijo. «¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!» (v.15, DHH).
Oración
Señor, gracias por el don inefable de tu Hijo, Jesucristo. Ayúdame a responder con generosidad y gracia a Tu sobreabundante gracia.
Isaías 14:1-16:14
14En verdad, el Señor tendrá compasión de Jacob y elegirá de nuevo a Israel. Los asentará en su propia tierra. Los extranjeros se juntarán con ellos, y se unirán a los descendientes de Jacob. 2 Los pueblos los acogerán y los llevarán hasta su patria. Los israelitas los tomarán como siervos y siervas en el suelo del Señor; apresarán a sus captores y dominarán a sus opresores.
3 Cuando el Señor los haga descansar de su sufrimiento, de su tormento y de la cruel esclavitud a la que fueron sometidos, 4 pronunciarán esta sátira contra el rey de Babilonia:
¡Hay que ver cómo terminó el opresor,
y cómo acabó su furia insolente!
5 Quebró el Señor la vara de los malvados;
rompió el bastón de los tiranos
6 que con furia y continuos golpes
castigaba a los pueblos,
que con implacable enojo
dominaba y perseguía a las naciones.
7 Toda la tierra descansa tranquila
y prorrumpe en gritos de alegría.
8 Hasta los pinos y cedros del Líbano
se burlan de ti y te dicen:
«Desde que yaces tendido,
nadie viene a derribarnos.»
9 Allá en lo profundo, por tu causa,
el sepulcro se estremece
al salir a tu encuentro;
por causa tuya despierta a los muertos,
a los que fueron jefes de la tierra.
Hace que los reyes de todas las naciones
se levanten de sus tronos.
10 Todos ellos responden y te dicen:
«¡También tú te has debilitado!
¡Ya eres uno más de los nuestros!»
11 Tu majestad ha sido arrojada al sepulcro,
junto con el sonido de tus arpas.
¡Duermes entre gusanos,
y te cubren las lombrices!
12 ¡Cómo has caído del cielo,
lucero de la mañana!
Tú, que sometías a las naciones,
has caído por tierra.
13 Decías en tu corazón:
«Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono
por encima de las estrellas de Dios!
Gobernaré desde el extremo norte,
en el monte de los dioses.
14 Subiré a la cresta de las más altas nubes,
seré semejante al Altísimo.»
15 ¡Pero has sido arrojado al sepulcro,
a lo más profundo de la fosa!
16 Los que te ven, te clavan la mirada
y reflexionan en cuanto a tu destino:
«¿Y éste es el que sacudía a la tierra
y hacía temblar a los reinos,
17 el que dejaba el mundo hecho un desierto,
el que arrasaba sus ciudades
y nunca dejaba libres a los presos?»
18 Todos los reyes de las naciones
reposan con honor,
cada uno en su tumba.
19 Pero a ti, el sepulcro te ha vomitado
como a un vástago repugnante.
Los que murieron a filo de espada,
los que bajaron al fondo de la fosa,
te han cubierto por completo.
¡Pareces un cadáver pisoteado!
20 No tendrás sepultura con los reyes,
porque destruiste a tu tierra
y asesinaste a tu pueblo.
¡Jamás volverá a mencionarse
la descendencia de los malhechores!
21 Por causa de la maldad de los padres,
preparen un matadero para los hijos.
¡Que no se levanten para heredar la tierra
ni cubran con ciudades la faz del mundo!
22 «Yo me levantaré contra ellos
—afirma el Señor —.
Yo extirparé de Babilonia
nombre y descendencia,
vástago y posteridad
—afirma el Señor Todopoderoso—.
23 La convertiré en lugar de erizos,
en charco de agua estancada;
la barreré con la escoba de la destrucción»,
afirma el Señor Todopoderoso.
Profecía contra Asiria
24 El Señor Todopoderoso ha jurado:
«Tal como lo he planeado, se cumplirá;
tal como lo he decidido, se realizará.
25 Destrozaré a Asiria en mi tierra;
la pisotearé sobre mis montes.
Mi pueblo dejará de llevar su yugo;
ya no pesará esa carga sobre sus hombros.»
26 Esto es lo que he determinado para toda la tierra;
ésta es la mano que he extendido sobre todas las naciones.
27 Si lo ha determinado el SeñorTodopoderoso,
¿quién podrá impedirlo?
Si él ha extendido su mano,
¿quién podrá detenerla?
Profecía contra los filisteos
28 Esta profecía vino a Isaías el año en que murió el rey Acaz:
29 Todos ustedes filisteos,
no se alegren de que se haya roto
el bastón que los golpeaba;
porque una víbora saldrá
de la raíz de la serpiente;
su fruto será una serpiente voladora.
30 Los más desvalidos pacerán como ovejas,
los necesitados descansarán seguros.
Pero mataré de hambre a su raíz;
destruiré a sus sobrevivientes.
31 ¡Gime y grita, puerta de la ciudad!
¡Ponte a temblar de miedo, Filistea entera!
Porque viene del norte una nube de humo,
y nadie rompe la formación.
32 ¿Qué respuesta se dará a los mensajeros de esa nación?
Pues que el Señor ha afirmado a Sión,
y que allí se refugiarán
los afligidos de su pueblo.
Profecía contra Moab
15Profecía contra Moab:
La ciudad moabita de Ar está arruinada,
¡destruida en una noche!
La ciudad moabita de Quir está arruinada,
¡destruida en una noche!
2 Acuden los de Dibón al templo,
a sus altares paganos, para llorar.
Moab está gimiendo por Nebo y por Medeba.
Rapadas están todas las cabezas,
y afeitadas todas las barbas.
3 Todos, deshechos en llanto,
van por las calles, vestidos de luto;
¡gimen en los techos y en las plazas!
4 Hesbón y Elalé claman a gritos,
hasta Yahaza se escuchan sus clamores.
Por eso gritan los valientes de Moab,
y flaquea su entereza.
5 Mi corazón grita por Moab;
sus fugitivos huyen hasta Zoar,
hasta Eglat Selisiyá.
Suben llorando por la cuesta de Luhit;
ante el desastre, gritan desesperados
por el camino de Joronayin.
6 Se han secado las aguas de Nimrín;
se ha marchitado la hierba.
Ya no hay vegetación,
no ha quedado nada verde.
7 Por eso se llevaron,
más allá del arroyo de los Sauces,
las muchas riquezas que amasaron.
8 Su grito desesperado
va recorriendo la frontera de Moab.
Llega su gemido hasta Eglayin,
y aun llega hasta Ber Elín.
9 Llenas están de sangre las aguas de Dimón,
y aún más plagas le añadiré:
enviaré un león contra los moabitas fugitivos
y contra los que permanezcan en la tierra.
16Envíen corderos al gobernante del país,
desde Selá, por el desierto,
y hasta el monte de la hija de Sión.
2 Las mujeres de Moab,
en los vados del Arnón,
parecen aves que, espantadas,
abandonan el nido.
3 «Danos un consejo;
toma una decisión.
A plena luz del día,
extiende tu sombra como la noche.
Esconde a los fugitivos;
no traiciones a los refugiados.
4 Deja que los fugitivos de Moab
encuentren en ti un refugio;
¡protégelos del destructor!»
Cuando la opresión llegue a su fin
y la destrucción se acabe,
el agresor desaparecerá de la tierra.
5 El trono se fundará en la lealtad,
y un descendiente de David
reinará sobre él con fidelidad:
será un juez celoso del derecho
y ansioso de hacer justicia.
6 Hemos sabido que Moab
es extremadamente orgulloso;
hemos sabido de su soberbia,
de su orgullo y arrogancia,
de su charlatanería sin sentido.
7 Por eso gimen los moabitas;
todos ellos gimen por Moab.
Laméntense, aflíjanse,
por las tortas de pasas de Quir Jaréset.
8 Se han marchitado los campos de Hesbón,
lo mismo que las vides de Sibma.
Los gobernantes de las naciones
han pisoteado los viñedos más selectos,
los que llegaban hasta Jazer
y se extendían hacia el desierto.
Sus sarmientos se extendían
y llegaban hasta el mar.
9 Por eso lloro, como llora Jazer,
por los viñedos de Sibma.
¡Y a ustedes, ciudades de Hesbón y de Elalé,
las empapo con mis lágrimas!
Se han acallado los gritos de alegría
por tu fruto maduro y tus cosechas.
10 Ya no hay en los huertos alegría ni regocijo.
Nadie canta ni grita en los viñedos,
nadie pisa la uva en los lagares;
yo le puse fin al clamor en la vendimia.
11 Por eso vibran mis entrañas por Moab
como las cuerdas de un arpa;
vibra todo mi ser por Quir Jaréset.
12 Por más que acuda Moab a sus altares paganos
no logrará sino fatigarse;
cuando vaya a orar a su santuario,
todo lo que haga será en vano.
13 Ésta es la palabra que el Señor pronunció en el pasado contra Moab. 14 Pero ahora el Señor dice: «Dentro de tres años, contados como los cuenta un jornalero, el esplendor de Moab y de toda su inmensa multitud será despreciado, y muy pocos y débiles serán sus sobrevivientes.»
Comentario
3. Agradécele a Dios por Su gracia en tu vida
¿Cómo explicamos el mal del Daesh: decapitaciones, crucifixiones de cristianos y yazidíes, mujeres y niños vendidos como esclavos? ¿Cómo explicamos, por ejemplo, el Holocausto, los exterminios de Stalin o el genocidio ruandés?
Este es uno de los pocos pasajes de la Biblia que se refiere a los orígenes de Satanás y los poderes demoníacos.
La belleza de un diamante se ve mejor contra un paño de terciopelo negro. La belleza de la gracia de Dios también se ve en toda su gloria y brillantez contra las tinieblas del mal. El profeta Isaías habla de la asombrosa compasión de Dios (14:1). El fondo oscuro es la maldad de las naciones de su alrededor; en particular, la crueldad, la tortura, la persecución y el comercio de esclavos de Babilonia.
Isaías describe la caída de Babilonia: «¡Cómo has caído del cielo, lucero de la mañana! Tú, que sometías a las naciones, has caído por tierra. Decías en tu corazón: “Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo”. ¡Pero has sido arrojado al sepulcro, a lo más profundo de la fosa!» (vv.12-15).
Jesús también describe la caída de Satanás (Lucas 10:18). Tal vez fue el orgullo y la arrogancia lo que llevó a una caída angelical antes de la caída de Adán y Eva.
Pero contra este fondo oscuro hay también un indicio de un diamante hermoso.
«Cuando hayan terminado la opresión y la destrucción,
y hayan desaparecido los saqueadores enemigos,
Dios establecerá como rey a uno de los descendientes de David.
Él reinará con misericordia y verdad;
hará siempre lo que es justo
y estará deseoso de hacer lo correcto» (Isaías 16:4b-5, NTV).
Con independencia de cual haya sido el cumplimiento histórico, solo hay una persona que se ajusta perfectamente a esta descripción: Jesús el Mesías, nacido del linaje de David, quien trajo juntos el amor de Dios y Su justicia. A diferencia de lo que pretende Satanás diciendo «seré como el Altísimo» (14:14, NTV), Jesús se negó a sí mismo y reiteró: «Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú» (Mateo 26:39).
Darle gracias con tu adoración, tus ofrendas y toda tu vida es la única respuesta apropiada a la sobreabundante gracia de Dios revelada en Jesucristo y entrégale tu vida y dile: «Estoy dispuesto a hacer lo que Tú quieras».
Sin importar lo que estés enfrentando, puedes confiar en que al final se cumplirán los propósitos de Dios: «Si lo ha determinado el Señor Todopoderoso, ¿quién podrá impedirlo?» (Isaías 14:27).
Oración
Señor, gracias porque experimentamos Tu sobreabundante gracia, amor y fidelidad en nuestro Señor Jesucristo. Gracias porque él busca la justicia y promueve la causa de la integridad. Ayúdame a preocuparme como Jesús por los más pobres de los pobres y por los necesitados (v.30), y a dar generosamente.
Añadidos de Pippa
2 Corintios 9:6
«El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará».
Esta es la diferencia entre colocar una semilla detrás de la otra cuidadosamente de forma ordenada y esparcir la semilla a voleo por todas partes, sin preocuparse porque alguna no caiga en su objetivo.
Soy un poco cautelosa por naturaleza y probablemente tenga que correr más riesgos. He experimentado una generosidad tan extraordinaria de parte cuerpo de Cristo, la cual me desafía constantemente y me conmueve.
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Referencias
Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida a español, se parafrasea.
Las citas bíblicas marcadas (AMPC) son tomadas de la Biblia Amplificada® Classic Edition en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.
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