La historia es «Su historia»
Introducción
En occidente mucha gente da por sentado que la historia no tiene ningún sentido. Como lo dice Shakespeare en Macbeth, «la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido». Muchas religiones orientales tienden a ver la historia como algo circular o ilusorio, mientras que los marxistas entienden la historia en términos de la lucha de clases.
En contraste con todas estas perspectivas, el Nuevo Testamento ve la historia como algo que se mueve hacia una culminación. La batalla definitiva es entre el bien y el mal, la cual termina con el triunfo del bien y de Dios.
El reino de Dios no fracasará. Dios está obrando Sus propósitos en nuestra historia y Jesús es la pieza central, hacia quien todas las líneas de la historia convergen. Como ha dicho alguien: «La bisagra de la historia es la puerta de un establo de Belén».
La historia es «Su historia». Al escuchar las noticias y leer libros de historia, captas algunos de sus detalles. Al leer la Biblia, obtienes la visión global de todo. En particular, el libro del Apocalipsis desvela aquello que sucede detrás de los escenarios de la historia.
Dios es el Señor Soberano de la historia pero nosotros no somos meros robots. No eres una pieza que es desplazada por un tablero de ajedrez. Más bien, tenemos un papel que jugar. Dios te involucra en Sus planes. Dios obra Sus propósitos en cooperación con Su pueblo.
Salmos 143:1-12
Salmo 143
Salmo de David.
1 Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme.
2 No lleves a juicio a tu siervo,
pues ante ti nadie puede alegar inocencia.
3 El enemigo atenta contra mi vida:
quiere hacerme morder el polvo.
Me obliga a vivir en las tinieblas,
como los que murieron hace tiempo.
4 Ya no me queda aliento;
dentro de mí siento paralizado el corazón.
5 Traigo a la memoria los tiempos de antaño:
medito en todas tus proezas,
considero las obras de tus manos.
6 Hacia ti extiendo las manos;
me haces falta, como el agua a la tierra seca.
7 Respóndeme pronto, Señor,
que el aliento se me escapa.
No escondas de mí tu rostro,
o seré como los que bajan a la fosa.
8 Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.
9 Señor, líbrame de mis enemigos,
porque en ti busco refugio.
10 Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
por un terreno sin obstáculos.
11 nombre Señor, dame vida;
por tu justicia, sácame de este aprieto.
12 Por tu gran amor, destruye a mis enemigos;
acaba con todos mis adversarios.
¡Yo soy tu siervo!
Comentario
1. Sé guiado por el Dios de la historia
Necesitamos la guía de Dios. Tienes el potencial de cambiar los sucesos de la historia para bien, pero hay muchos retos a los cuales enfrentarse.
David estaba deprimido. Se encontraba en «las tinieblas», como «paralizado»: «Ya no me queda aliento; dentro de mí siento paralizado el corazón» (v.4). ¿Cómo puedes comenzar a salir de una situación como esta?
- Recuerda las cosas buenas
David eligió pensar en las cosas positivas: «Traigo a la memoria los tiempos de antaño: medito en todas tus proezas, considero las obras de tus manos» (v.5).
- Sigue alabando
La alabanza puede ser un oasis en los tiempos difíciles. David dice: «Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca» (v.6).
- Clama a Dios pidiendo ayuda
David ora así: «Respóndeme pronto, Señor, que el aliento se me escapa. No escondas de mí tu rostro, o seré como los que bajan a la fosa!» (v.7).
- Escucha la guía de Dios
Año tras año, he escrito al margen de este versículo que dice «señálame el camino que debo seguir» (v.8a), un listado de las áreas en las que necesito desesperadamente la guía de Dios. Da mucho ánimo mirar atrás y ver cómo Él me ha guiado, a veces de maneras que van mucho más allá de lo que he pedido o ni siquiera imaginado.
Oración
«Oh Señor, escucha mi oración… mi alma tiene sed de Ti como tierra reseca… muéstrame el camino que he de seguir… me refugio en Ti… por el poder de Tu nombre, oh Señor… sácame del aprieto».
Apocalipsis 6:1-17
Los sellos
6Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes, que gritaba con voz de trueno: «¡Ven!» 2 Miré, ¡y apareció un caballo blanco! El jinete llevaba un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor, para seguir venciendo.
3 Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que gritaba: «¡Ven!» 4 En eso salió otro caballo, de color rojo encendido. Al jinete se le entregó una gran espada; se le permitió quitar la paz de la tierra y hacer que sus habitantes se mataran unos a otros.
5 Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí al tercero de los seres vivientes, que gritaba: «¡Ven!» Miré, ¡y apareció un caballo negro! El jinete tenía una balanza en la mano. 6 Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Un kilo de trigo, o tres kilos de cebada, por el salario de un día; pero no afectes el precio del aceite y del vino.»
7 Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que gritaba: «¡Ven!» 8 Miré, ¡y apareció un caballo amarillento! El jinete se llamaba Muerte, y el Infierno lo seguía de cerca. Y se les otorgó poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, el hambre, las epidemias y las fieras de la tierra.
9 Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio. 10 Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, Soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?» 11 Entonces cada uno de ellos recibió ropas blancas, y se les dijo que esperaran un poco más, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a sufrir el martirio como ellos.
12 Vi que el Cordero rompió el sexto sello, y se produjo un gran terremoto. El sol se oscureció como si se hubiera vestido de luto, la luna entera se tornó roja como la sangre, 13 y las estrellas del firmamento cayeron sobre la tierra, como caen los higos verdes de la higuera sacudida por el vendaval. 14 El firmamento desapareció como cuando se enrolla un pergamino, y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar.
15 Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes militares, los ricos, los poderosos, y todos los demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas. 16 Todos gritaban a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, 17 porque ha llegado el gran día del castigo! ¿Quién podrá mantenerse en pie?»
Comentario
2. Mira detrás del escenario de la historia
A pesar de todas las cosas terribles que ves que suceden en el mundo a tu alrededor y sobre las que leemos en la historia, tienes una gran esperanza. La buena noticia se centra en Jesús, quien es el Cordero de Dios que abre los sellos de la historia (v.1). Él revela aquello que está sucediendo tras el escenario de los sucesos sobre los que lees y oyes.
- El evangelio predicado a todas las naciones
Al primer jinete se le dio «una corona, y salió como vencedor, para seguir venciendo» (v.2).
Esto suena como si fuera el mismo Jesús, conquistador de la muerte, el Rey Coronado del universo saliendo a proclamar la buena noticia a las naciones.
- Guerras y poder militar
Al segundo jinete «se le entregó una gran espada; se le permitió quitar la paz de la tierra y hacer que sus habitantes se mataran unos a otros» (v.4).
La historia ha estado llena de guerras y violencias, pues la gente ha buscado dominarse y controlarse mutuamente.
- Injusticia e inigualdad
El tercer jinete «tenía una balanza en la mano» (v.5).
Los precios se habían inflado (v.6) y había un desastre económico. Como sucede hoy, mientras que algunos viven en una terrible pobreza, otros viven en el lujo (v.6), sin que les afecten las necesidades de los pobres.
- La maldición de la muerte
El cuarto jinete «se llamaba Muerte, y el Infierno lo seguía de cerca» (v.8a).
La muerte se cobra su peaje en la historia. Al leer la historia de este mundo, vemos que está llena violencia («matar a espada»), hambre («hambrunas») y enfermedades («plagas»), así como otras causas aleatorias de muerte («las fieras de la tierra») (v.8b).
- La iglesia perseguida
«... los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio» (v.9).
La persecución de cristianos continúa en el presente. Millones de cristianos por todo el mundo viven con el miedo diario de la policía política, los vengadores o el estado de represión y discriminación. Están sufriendo por causa de su fe en Jesús.
- El principio del fin
Jesús predijo convulsiones similares a las que se describen aquí: «Todo esto apenas será el comienzo de los dolores» (Mateo 24:8). Estas incluirán, sin duda, las convulsiones sociales y políticas, así como los desastres naturales.
Los seis sellos dan una panorámica general de la historia entre la primera y la segunda venida de Jesús.
Oración
Señor, oro para que seamos hacedores de paz que alimenten al hambriento, luchen contra la injusticia, estén con los perseguidos y traigan la buena noticia de que anticipamos tu retorno y el principio de un nuevo cielo y una nueva tierra, que durarán por siempre.
Malaquías 1:1-2:16
1Esta profecía es la palabra del Señor dirigida a Israel por medio de Malaquías.
El amor de Dios por su pueblo
2 «Yo los he amado», dice el Señor.
«“¿Y cómo nos has amado?”, replican ustedes.
»¿No era Esaú hermano de Jacob? Sin embargo, amé a Jacob 3 pero aborrecí a Esaú, y convertí sus montañas en desolación y entregué su heredad a los chacales del desierto.»
4 Edom dice: «Aunque nos han hecho pedazos, reconstruiremos sobre las ruinas.» Pero el Señor Todopoderoso dice: «Ustedes podrán reconstruir, pero yo derribaré. Serán llamados territorio malvado, pueblo contra el cual siempre estará indignado el Señor. 5 Ustedes lo verán con sus propios ojos y dirán: “¡Se ha engrandecido el Señor aun más allá de las fronteras de Israel!”
El culto al
6 »El hijo honra a su padre y el siervo a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el SeñorTodopoderoso, les pregunto a ustedes, sacerdotes que desprecian mi nombre.
»Y encima preguntan: “¿En qué hemos despreciado tu nombre?”
7 »Pues en que ustedes traen a mi altar alimento mancillado.
»Y todavía preguntan: “¿En qué te hemos mancillado?”
»Pues en que tienen la mesa del Señor como algo despreciable. 8 Ustedes traen animales ciegos para el sacrificio, y piensan que no tiene nada de malo; sacrifican animales cojos o enfermos, y piensan que no tiene nada de malo. ¿Por qué no tratan de ofrecérselos a su gobernante? ¿Creen que estaría él contento con ustedes? ¿Se ganarían su favor? —dice el Señor Todopoderoso—.
9 »Ahora pues, traten de apaciguar a Dios para que se apiade de nosotros. ¿Creen que con esta clase de ofrendas se van a ganar su favor? —dice el Señor Todopoderoso—. 10 ¡Cómo quisiera que alguno de ustedes clausurara el templo, para que no encendieran en vano el fuego de mi altar! No estoy nada contento con ustedes —dice el Señor Todopoderoso—, y no voy a aceptar ni una sola ofrenda de sus manos. 11 Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, grande es mi nombre entre las naciones. En todo lugar se ofrece incienso y ofrendas puras a mi nombre, porque grande es mi nombre entre las naciones —dice el Señor Todopoderoso—. 12 Pero ustedes lo profanan cuando dicen que la mesa del Señor está mancillada y que su alimento es despreciable. 13 Y exclaman: “¡Qué hastío!” Y me tratan con desdén —dice el Señor Todopoderoso—. ¿Y creen que voy a aceptar de sus manos los animales lesionados, cojos o enfermos que ustedes me traen como sacrificio? —dice el Señor —.
14 »¡Maldito sea el tramposo que, teniendo un macho aceptable en su rebaño, se lo dedica al Señor y luego le ofrece un animal mutilado! Porque yo soy el gran rey —dice el Señor Todopoderoso—, y temido es mi nombre entre las naciones.
Juicio contra los sacerdotes
2»Ahora, pues, este mandato es para ustedes, los sacerdotes. 2 Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el SeñorTodopoderoso—, les enviaré una maldición, y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
3 »Por esto, voy a reprender a sus descendientes. Les arrojaré a la cara los desperdicios de los sacrificios de sus fiestas, y los barreré junto con ellos. 4 Entonces sabrán que les he dado este mandato, a fin de que continúe mi pacto con Leví —dice el Señor Todopoderoso—. 5 Mi pacto con él era de vida y paz, y se las di; era también de temor, y él me temió, y mostró ante mí profunda reverencia. 6 En su boca había instrucción fidedigna; en sus labios no se encontraba perversidad. En paz y rectitud caminó conmigo, y apartó del pecado a muchos.
7 »Los labios de un sacerdote atesoran sabiduría, y de su boca los hombres buscan instrucción, porque es mensajero del Señor Todopoderoso. 8 Pero ustedes se han desviado del camino y mediante su instrucción han hecho tropezar a muchos; ustedes han arruinado el pacto con Leví —dice el Señor Todopoderoso—. 9 Por mi parte, yo he hecho que ustedes sean despreciables y viles ante todo el pueblo, porque no han guardado mis caminos sino que han mostrado parcialidad en cuestiones de la ley.»
Deslealtad de Judá
10 ¿No tenemos todos un solo Padre? ¿No nos creó un solo Dios? ¿Por qué, pues, profanamos el pacto de nuestros antepasados al traicionarnos unos a otros?
11 Judá ha sido traicionero. En Israel y en Jerusalén se ha cometido algo detestable: al casarse Judá con la hija de un dios extraño, ha profanado el santuario que el Señor ama. 12 En cuanto al hombre que haga eso, quienquiera que sea, que el SeñorTodopoderoso lo excluya de los campamentos de Jacob, aun cuando le lleve ofrendas.
13 Otra cosa que ustedes hacen es inundar de lágrimas el altar del Señor; lloran y se lamentan porque él ya no presta atención a sus ofrendas ni las acepta de sus manos con agrado.
14 Y todavía preguntan por qué.
Pues porque el Señor actúa como testigo entre ti y la esposa de tu juventud, a la que traicionaste aunque es tu compañera, la esposa de tu pacto. 15 ¿Acaso no hizo el Señor un solo ser, que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu, y no traicionen a la esposa de su juventud. 16 «Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel—, y al que cubre de violencia sus vestiduras», dice el Señor Todopoderoso.
Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros.
Comentario
3. Mira el amor de Dios a lo largo de la historia
«Miren la historia» (v.2, MSG), dice Dios mediante el profeta Malaquías (alrededor del 450 a.C.), cuyo nombre significa «mi mensajero». Si quieres conocer cuánto te ama Dios, mira la historia. El mensaje del Dios de la historia es «te amo» (v.2, MSG): «Míralo bien y verás cuán fielmente te he amado y querrás aún más» (v.5, MSG).
El trasfondo es que, incluso después de la reconstrucción del Templo, Dios se pregunta «¿Dónde está el honor que merezco? Y, si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe?» (vv.6-7). Fallan a la hora de dar con generosidad y la vida familiar se rompe.
Las palabras de este libro son un inmenso desafío para aquellos que desempeñan cualquier tipo de liderazgo en el pueblo de Dios (v.6).
Los sacerdotes eran los líderes del pueblo de Dios. Como los profetas, tenían que ser aquellos mediante quien Dios hablara: «Los labios de un sacerdote atesoran sabiduría, y de su boca los hombres buscan instrucción, porque es mensajero del Señor Todopoderoso» (2:7).
El reto para todos nosotros es:
Tener la única determinación de ver el nombre de Dios honrado: «Decidan honrar mi nombre» (v.2).
Recibir «vida y paz»
Dios se ha comprometido (prometió) a dar «vida y paz» (v.5), las cuales son dos de las mayores bendiciones que puedes recibir.
- Alabar a Dios con reverencia y temor
Esta debería ser nuestra respuesta a la extraordinaria generosidad y amor de Dios: «Él me temió \[Levi\], y mostró ante mí profunda reverencia» (v.5).
- Enseñar la verdad
«En su boca había instrucción fidedigna; en sus labios no se encontraba perversidad» (v.6a).
- Vivir una vida recta
«En paz y rectitud caminó conmigo» (v.6b). Los líderes cristianos deben dar ejemplo viviendo una vida santa.
- Llevar una vida de ayuda a los demás a encontrar una relación con Dios
«… y apartó del pecado a muchos» (v.6b).
Después, Malaquías aborda el tema de las relaciones. Los critica por casarse con no creyentes (v.11), lo cual también se desaconseja en otros lugares de las Escrituras (ver 2 Corintios 6:14), y nos puede resultar difícil. Las imágenes que usa Malaquías aquí nos pueden ayudar a comprender por qué no es una buena idea. Describe a los no creyentes como «la hija de un dios extraño» (Malaquías 2:11), una frase que subraya cómo sus posturas religiosas eran contrapuestas.
Todos nosotros tenemos ideas religiosas y creencias, incluso si se trata de la creencia de que no hay Dios. Darnos a alguien que tiene una creencia diferente puede acabar por apartarnos de Dios.
Dios quiso que los hijos fueran criados en la seguridad de la relación matrimonial: «¿Acaso no hizo el Señor un solo ser, que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu, y no traicionen a la esposa de su juventud. “Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel—, y al que cubre de violencia sus vestiduras», dice el Señor Todopoderoso” Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros» (vv.15-16).
Estas palabras parecen duras, pero en realidad son un recordatorio de cuánto te ama Dios y cuánto valora el matrimonio. Dios se opone de tal manera a todo lo que pueda socavar el matrimonio a causa de lo maravilloso que este es.
La infidelidad comienza en nuestro corazón: «¡Cuiden, pues, de su propio espíritu \[para que sea controlado por Mi Espíritu\], y no sean infieles; pues yo aborrezco al que se divorcia de su esposa y se mancha cometiendo esa maldad!» (v.16, DHH).
Oración
Señor, gracia por Jesús quien vino a hacer posible el perdón. Oro para que nos guardemos en nuestro corazón y nuestro espíritu, y no seamos infieles.
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Salmo 143:8
«Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma».
Mi día va mucho mejor si he leído la Biblia por la mañana y he encontrado ánimo en el amor de Dios que nunca falla. Sin este tiempo con Dios, me siento como si saliera sin abrigo, algo que es bastante importante de no olvidar.
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Referencias
Notas:
Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea
William Shakespeare, The Tragedy of Macbeth, Act V, Scene 5 Se parafrasea
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