El favor de Dios
Introducción
A los 18 años, durante mi primer año en la universidad, me leí todo el Nuevo Testamento en una semana (desde Mateo hasta Apocalipsis) y quedé convencido de que «era verdad». Pero me sentía reacio a seguir a Jesús pues consideraba que la vida sería muy aburrida y tendría que dejar de lado todo el disfrute. Pero en realidad ocurrió exactamente lo contrario: en Jesús encontré algo aún mejor que la felicidad.
Todos queremos tener una vida feliz. «La felicidad», escribió Aristóteles, «es el sentido y el propósito de la vida, el objetivo y el final supremo de la existencia humana». Pero hay algo aún mejor, más grande y profundo que la felicidad. La felicidad depende de lo que ocurra: nuestras circunstancias. Sin embargo el gozo es mucho más profundo y no tan dependiente de nuestras circunstancias externas. Es una bendición de Dios. El gozo fue la característica de un encuentro con Jesús incluso en el vientre de su madre (Lucas 1:44).
El pasaje de hoy del Nuevo Testamento utiliza una palabra griega que traducimos como «bendecido». Significa ser receptores privilegiados del favor de Dios y ser afortunados y felices debido a ello. La versión de la Biblia en inglés llamada Amplified Bible (la Biblia Ampliada) lo describe como ser «feliz, envidiable y espiritualmente próspero, tener una vida con gozo y satisfacción en el favor de Dios y la salvación, sin importar las condiciones externas» (Mateo 5:3, AMP).
Salmos 34:1-10
Salmo de David, cuando fingió estar demente ante Abimélec, por lo cual éste lo arrojó de su presencia.
1 Bendeciré al Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabarán.
2 Mi alma se gloría en el Señor;
lo oirán los humildes y se alegrarán.
3 Engrandezcan al Señor conmigo;
exaltemos a una su nombre.
4 Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores.
5 Radiantes están los que a él acuden;
jamás su rostro se cubre de vergüenza.
6 Este pobre clamó, y el Señor le oyó
y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen;
a su lado está para librarlos.
8 Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian.
9 Teman al Señor, ustedes sus santos,
pues nada les falta a los que le temen.
10 Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
pero a los que buscan al Señor nada les falta.
Comentario
Alaba a Dios por todos sus favores
En los últimos 20 años Pippa y yo hemos viajado por todo el mundo. En ocasiones nos ofrecen alguna comida desconocida de aspecto inusual, algo que nunca hemos probado ni visto con anterioridad. Casi siempre suele ser algo delicioso. Pero la única forma de saberlo es «probando y viendo».
David dice: «Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian» (v.8). Esto es lo que experimenté al comenzar a seguir a Jesús. Desde entonces, ha sido mi deseo llevar dicho mensaje a cuanta gente pueda, y decir: «Alabemos juntos y a una voz la grandeza del nombre del Señor» (v.3, DHH).
En este salmo David alaba a Dios por todo el favor que su relación con Dios ha traído sobre su vida. Debes alabar a Dios «en todo tiempo» (v.1), no solo cuando las cosas marchan bien ni cuando sea conveniente hacerlo: «Bendeciré al Señor a todas horas; mis labios siempre lo alabarán. Yo me siento orgulloso del Señor; ¡óiganlo y alégrense, hombres humildes!» (vv.1-2, DHH).
En particular, David alaba a Dios por:
- La oración respondida
David escribe: «Busqué al Señor, y él me respondió» (v.4a).
Dios lo ayudó en tiempos de tribulación. «Este pobre gritó, y el Señor lo oyó y lo libró de todas sus angustias» (v.6, DHH).
- La libertad del temor
David continúa explicando exactamente cómo Dios había respondido sus oraciones en esta instancia: «…me libró de todos mis temores» (v.4b).
Aquellos que temen a Dios son librados de sus temores. «Temer al Señor» (v.9a) es el equivalente a «buscar al Señor» (comparar versículo 9b, «nada les falta a los que le temen» con el versículo 10b, «los que buscan al Señor nada les falta»).
David no dice que no nos faltará nada sino que afirma que «a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien» (v.10b, DHH). O como lo expresa la versión bíblica en inglés The Message: «La alabanza abre la puerta a todas sus bondades» (v.9b, MSG).
- Los rostros radiantes
Una de las cosas que siempre noté, incluso antes de ser cristiano, era la expresión radiante en los rostros de muchos cristianos. «Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados» (v.5, DHH).
- La protección angelical
«El ángel del Señor protege y salva a los que honran al Señor» (v.7, DHH). Es un pensamiento asombroso saber que al orar y alabar a Dios experimentas la protección angelical.
C. S. Lewis escribió: «\[…\] todo gozo se desborda espontáneamente en alabanza \[…\] el deleite está incompleto hasta que no se expresa».
Oración
Gracias, Señor, por tu promesa de librarme de todos mis temores. Gracias porque tu ángel establece un círculo de protección a mi alrededor mientras oro. Señor, hoy te doy gracias, te alabo y te adoro.
Lucas 1:39-56
María visita a Elisabet
39 A los pocos días María emprendió el viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. 40 Al llegar, entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo, 42 exclamó:
—¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! 43 Pero, ¿cómo es esto, que la madre de mi Señor venga a verme? 44 Te digo que tan pronto como llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de alegría la criatura que llevo en el vientre. 45 ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!
El cántico de María
46 Entonces dijo María:
—Mi alma glorifica al Señor,
47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador,
48 porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.
¡Santo es su nombre!
50 De generación en generación
se extiende su misericordia a los que le temen.
51 Hizo proezas con su brazo;
desbarató las intrigas de los soberbios.
52 De sus tronos derrocó a los poderosos,
mientras que ha exaltado a los humildes.
53 A los hambrientos los colmó de bienes,
y a los ricos los despidió con las manos vacías.
54-55 Acudió en ayuda de su siervo Israel
y, cumpliendo su promesa a nuestros padres,
mostró su misericordia a Abraham
y a su descendencia para siempre.
56 María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa.
Comentario
Cree en las promesas del favor de Dios
María había *«*recibido el favor de Dios» (1:28). El ángel le dijo: «Dios te ha concedido su favor» (v.30).
Este pasaje está lleno de celebración al reconocer Elisabet y María las formas en las que Dios las había favorecido.
Elisabet, llena del Espíritu Santo, canta a María: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! Pero, ¿cómo es esto, que la madre de mi Señor venga a verme? \[…\] ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!» (vv.42-45). El énfasis en la fe de María es significativo, pues mucha gente hubiera respondido de forma diferente ante una situación similar. El favor de Dios no significaba que todos los problemas de María desaparecieran: había quedado embarazada sin estar casada y esto en una cultura donde tal circunstancia habría causado toda clase de dificultades. A pesar de todo, ella decidió reconocer la manera en la que Dios la había bendecido. Respondió al saludo de Isabel entonando la canción se conoce como el Magníficat. Así, ella «se regocija en Dios mi Salvador» (v.47) por todas las formas en las que él «ha hecho grandes cosas por mí» (v.49).
En algunos aspectos el favor sobre María era único: «¡Bendita tú entre las mujeres…!» (v.42a). María es:
- La madre del Señor
María llevó en su vientre al Hijo de Dios, Jesús, el bendito (v.42b). Cuando Elisabet llega ante la presencia del Jesús en estado fetal, es «llena del Espíritu Santo» (v.41). El gozo es la respuesta característica ante Jesús. Incluso el bebé «se estremeció \[de gozo\]» en el vientre (v.44).
- Reconocida en todas las generaciones futuras
«Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones» (v.48). A partir de entonces, María ha sido conocida como «la Bendita \[bendecida\] Virgen María».
El ADN de Jesús provino de una combinación entre María y el Espíritu Santo. Era el hijo genético de María. Tuvo que parecerse a ella y tener algunos de sus rasgos físicos. Ella le crió, le enseñó y le capacitó. Durante treinta años fue la figura femenina dominante en su vida.
- El culmen de la fe
«¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!» (v.45). María creyó que aquello que el Señor le había dicho (algo único y humanamente imposible) ocurriría. El ángel le dijo a María: «para Dios no hay nada imposible» (v.37).
Para María, lo que Dios había prometido ya se había cumplido: «…porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí» (v.49). Corrie ten Boom lo expresó así: «La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible».
Desde luego, en muchos aspectos, María era única y singular. Pero en otros aspectos, el favor del que ella hablaba se nos puede aplicar a ti y a mí. Somos bendecidos por un Salvador («Dios mi Salvador», v.47). La promesa de satisfacer a los hambrientos con cosas buenas (v.53) –la promesa del favor de Dios de satisfacer nuestra hambre espiritual con su provisión– se nos aplica a ti y a mí.
Oración
Señor, gracias por la extraordinaria fe de María, quien creyó que podías hacer lo que humanamente resultaba imposible. Como María, quiero que Tu favor me lleve a adorarte.
Números 2:10-3:51
10 »Al sur acamparán los que se agrupan bajo el estandarte del campamento de Rubén, según sus escuadrones. Su jefe es Elisur hijo de Sedeúr. 11 Su ejército está integrado por cuarenta y seis mil quinientos hombres.
12 »A un lado de Rubén acampará la tribu de Simeón. Su jefe es Selumiel hijo de Zurisaday. 13 Su ejército está integrado por cincuenta y nueve mil trescientos hombres.
14 »Al otro lado acampará la tribu de Gad. Su jefe es Eliasaf hijo de Reuel. 15 Su ejército está integrado por cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta hombres.
16 »Todos los reclutas del campamento de Rubén, según sus escuadrones, suman ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta hombres, los cuales marcharán en segundo lugar.
17 »Entonces se pondrá en marcha la Tienda de reunión junto con el campamento de los levitas que está situado en medio de los demás campamentos. Partirán en el mismo orden en que hayan acampado, cada uno en su lugar y bajo su estandarte.
18 »Al oeste acamparán los que se agrupan bajo el estandarte del campamento de Efraín, según sus escuadrones. Su jefe es Elisama hijo de Amiud. 19 Su ejército está integrado por cuarenta mil quinientos hombres.
20 »A un lado de Efraín acampará la tribu de Manasés. Su jefe es Gamaliel hijo de Pedasur. 21 Su ejército está integrado por treinta y dos mil doscientos hombres.
22 »Al otro lado acampará la tribu de Benjamín. Su jefe es Abidán hijo de Gedeoni. 23 Su ejército está integrado por treinta y cinco mil cuatrocientos hombres.
24 »Todos los reclutas del campamento de Efraín, según sus escuadrones, suman ciento ocho mil cien hombres, los cuales marcharán en tercer lugar.
25 »Al norte, acamparán los que se agrupan bajo el estandarte del campamento de Dan, según sus escuadrones. Su jefe es Ajiezer hijo de Amisaday. 26 Su ejército está integrado por sesenta y dos mil setecientos hombres.
27 »A un lado de Dan acampará la tribu de Aser. Su jefe es Paguiel hijo de Ocrán. 28 Su escuadrón está integrado por cuarenta y un mil quinientos hombres.
29 »Al otro lado acampará la tribu de Neftalí. Su jefe es Ajirá hijo de Enán. 30 Su escuadrón está integrado por cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.
31 »Todos los reclutas del campamento de Dan, según sus escuadrones, suman ciento cincuenta y siete mil seiscientos hombres, los cuales marcharán en último lugar, según sus estandartes.»
32 Éstos son los israelitas reclutados de entre las familias patriarcales. El total de reclutas por escuadrones suma seiscientos tres mil quinientos cincuenta hombres. 33 Pero los levitas no están incluidos con los demás israelitas, conforme a lo que el Señor le había mandado a Moisés.
34 Los israelitas hicieron todo lo que el Señor le mandó a Moisés: acampaban bajo sus propios estandartes, y se ponían en marcha, según sus clanes y familias patriarcales.
La tribu de Leví
3Así quedó registrada la familia de Aarón y Moisés cuando el Señor habló con Moisés en el monte Sinaí.
Los sacerdotes
2 Los nombres de los hijos de Aarón son los siguientes: Nadab el primogénito, Abiú, Eleazar e Itamar. 3 Ellos fueron los aaronitas ungidos, ordenados al sacerdocio. 4 Nadab y Abiú murieron en presencia del Señor cuando, en el desierto de Sinaí, le ofrecieron sacrificios con fuego profano. Como Nadab y Abiú no tuvieron hijos, sólo Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en vida de su padre Aarón.
Ministerio de los levitas
5 El Señor le dijo a Moisés: 6 «Trae a la tribu de Leví y preséntasela a Aarón. Los levitas le ayudarán en el ministerio. 7 Desempeñarán sus funciones en lugar de Aarón y de toda la comunidad, encargándose del servicio del santuario en la Tienda de reunión. 8 Cuidarán allí de todos los utensilios de la Tienda de reunión y desempeñarán sus funciones en lugar de los israelitas, encargándose del servicio del santuario. 9 Pondrás a los levitas a las órdenes de Aarón y de sus hijos. Entre los israelitas, serán ellos los que estén totalmente dedicados a mí. 10 A Aarón y a sus hijos les asignarás el ministerio sacerdotal. Pero cualquiera que se acerque al santuario y no sea sacerdote, será condenado a muerte.»
Elección de los levitas
11 El Señor le dijo a Moisés: 12 «Yo mismo he escogido a los levitas de entre los israelitas, como sustitutos de todo primogénito. Los levitas son míos, 13 porque míos son todos los primogénitos. Cuando exterminé a todos los primogénitos de Egipto, consagré para mí a todo primogénito de Israel, tanto de hombres como de animales. Por lo tanto, son míos. Yo soy el Señor.»
Censo de la tribu de Leví
14 El Señor le dijo a Moisés en el desierto de Sinaí: 15 «Haz un censo de los levitas por clanes y por familias patriarcales, tomando en cuenta a todo varón mayor de un mes.»
16 Moisés llevó a cabo el censo, tal como el Señor mismo se lo había ordenado.
17 Hijos de Leví:
Guersón, Coat y Merari.
18 Clanes guersonitas:
Libní y Simí.
19 Clanes coatitas:
Amirán, Izar, Hebrón y Uziel.
20 Clanes meraritas:
Majlí y Musí.
Éstos son los clanes levitas, según sus familias patriarcales.
Los clanes guersonitas
21 De Guersón procedían los clanes de Libní y de Simí. Éstos eran los clanes guersonitas. 22 El total de los varones censados mayores de un mes llegó a siete mil quinientos. 23 Los clanes guersonitas acampaban al oeste, detrás del santuario. 24 El jefe de la familia patriarcal de los guersonitas era Eliasaf hijo de Lael. 25 En lo que atañe a la Tienda de reunión, los guersonitas tenían a su cargo la tienda que cubría el santuario, su toldo, la cortina que estaba a la entrada, 26 el cortinaje del atrio y la cortina a la entrada del atrio que rodea el santuario y el altar, como también las cuerdas y todo lo necesario para su servicio.
Los clanes coatitas
27 De Coat procedían los clanes de Amirán, Izar, Hebrón y Uziel. Éstos eran los clanes coatitas, 28 que tenían a su cargo el santuario. El total de los varones mayores de un mes llegó a ocho mil seiscientos. 29 Los clanes coatitas acampaban al sur del santuario. 30 El jefe de la familia patriarcal de los coatitas era Elizafán hijo de Uziel. 31 Tenían a su cargo el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los utensilios del santuario con los que ministraban, y la cortina de la entrada, como también todo lo necesario para su servicio.
32 El jefe principal de los levitas era Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, a quien se designó como jefe de los que tenían a su cargo el santuario.
Los clanes meraritas
33 De Merari procedían los clanes de Majlí y Musí. Éstos eran los clanes meraritas. 34 El total de los varones censados mayores de un mes llegó a seis mil doscientos. 35 El jefe de la familia patriarcal de los meraritas era Zuriel hijo de Abijaíl. Los clanes meraritas acampaban al norte del santuario. 36 Tenían a su cargo el armazón del santuario, es decir, sus travesaños, postes y bases, junto con todos sus utensilios y todo lo necesario para su servicio. 37 También cuidaban de los postes que estaban alrededor del atrio, junto con sus bases, estacas y cuerdas.
La tribu de Leví
38 Moisés, Aarón y sus hijos acampaban delante del santuario, es decir, al este de la Tienda de reunión, por donde sale el sol, ya que tenían a su cargo el santuario en representación de los israelitas. Pero cualquiera que, sin ser sacerdote, se acercaba al santuario, era condenado a muerte.
39 Moisés y Aarón censaron a los levitas, tal como el Señor mismo se lo había ordenado. El total de los levitas mayores de un mes censados por clanes llegó a veintidós mil.
Los levitas y los primogénitos
40 El Señor le dijo a Moisés: «Haz un censo de todos los primogénitos israelitas mayores de un mes, y registra sus nombres. 41 Apártame a los levitas en sustitución de todos los primogénitos israelitas, así como el ganado de los levitas en sustitución de todas las primeras crías del ganado de los israelitas. Yo soy el Señor.»
42 Moisés hizo el censo de todos los primogénitos israelitas, conforme a lo que el Señor le había mandado. 43 El total de los primogénitos mayores de un mes, anotados por nombre, llegó a veintidós mil doscientos setenta y tres.
44 El Señor le dijo a Moisés: 45 «Apártame a los levitas en sustitución de todos los primogénitos de los israelitas, así como el ganado de los levitas en sustitución del ganado de los israelitas. Los levitas son míos. Yo soy el Señor.
46 »Para rescatar a los doscientos setenta y tres primogénitos israelitas que exceden al número de levitas, 47 recaudarás cinco monedas de plata por cabeza, según la moneda oficial del santuario, que pesa once gramos. 48 Esa suma se la entregarás a Aarón y a sus hijos, como rescate por los israelitas que exceden a su número.»
49 Moisés recaudó el dinero del rescate de los israelitas que excedían al número de los rescatados por los levitas. 50 En total recaudó mil trescientas sesenta y cinco monedas de plata, según la moneda oficial del santuario. 51 Luego entregó ese dinero a Aarón y a sus hijos, tal como el Señor mismo se lo había ordenado.
Comentario
Experimenta ahora el favor de la presencia de Dios
Tenía que extremarse el cuidado debido a la enorme responsabilidad y la gran bendición que implicaba la presencia de Dios en medio de su pueblo. La «tienda de Reunión» (donde habitaba la presencia de Dios) estaba «en medio de los demás campamentos» (2:17). A todos se les asignaba un rol y una responsabilidad. En particular, cierto grupo de personas eran designadas (los levitas) al ministerio de tiempo completo. Fueron «consagrados y ordenados para oficiar como sacerdotes» (3:3, DHH); estaban « totalmente dedicados a mí \[Dios\]» (v.9).
La vida del pueblo giraba literalmente en torno a la presencia de Dios. Era la clave para su identidad, sus éxitos y sus bendiciones. En este pasaje vemos que dicha presencia también era limitada. El pueblo no podía acceder al santuario (v.10), el corazón de la presencia de Dios. El mensaje extraordinario del Nuevo Testamento es que esta separación ha sido eliminada.
Ahora puedes experimentar las bendiciones plenas de la presencia de Dios contigo. El tema de la bendición de la presencia de Dios es recurrente a lo largo de la Escritura. Jesús nos trae la presencia de Dios (Juan 1:14a). Él te ha dado el Espíritu Santo, que es la presencia empoderadora de Dios habitando en ti (1 Corintios 6:19). Experimentamos la presencia de Dios especialmente cuando nos reunimos (Mateo 18:20). Un día conocerás la presencia de Dios cara a cara (Apocalipsis 21:3,22:4).
Oración
Señor, muchas gracias por la bendición de tu presencia. Gracias porque tu presencia satisface el hambre espiritual en mi corazón. Gracias porque Jesús ha hecho posible el acceso a tu presencia a través de la cruz. Oro para que nunca demos por sentado tu favor, sino que llevemos vidas que sean adecuadas para un pueblo cuyo Dios está en medio de ellos.
Añadidos de Pippa
Pippa añade:
Lucas 1:39-56
En un viaje es bueno contar con alguien más experimentado que camine con nosotros. Dios no dejó sola a María para que cargara con aquella extraordinaria revelación sino que le dio a Isabel. Tuvieron que ser de mucho aliento la una para la otra, estando ambas embarazadas en circunstancias milagrosas y sabiendo que sus hijos venían al mundo para realizar una misión sorprendente de parte de Dios (¡y uno de ellos era Dios!).
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Referencias
Notas:
Las citas bíblicas marcadas **(**AMP) son tomadas de la Biblia Amplificada® en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.
Escritura marcada **(**MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está en español, se parafrasea.
C. S. Lewis, Reflexiones sobre los Salmos, (Planeta, 2010)