Día 79

Cómo desarrollar la intimidad con Dios

Sabiduría Salmos 35:11-18
Nuevo Testamento Lucas 2:41-52
Antiguo Testamento Números 7:66-9:14

Introducción

La vida y el ministerio del pastor norteamericano John Wimber han ejercido una gran influencia en mi propia vida, en nuestra iglesia y en muchas otras congregaciones alrededor del mundo.

Él expresó: «La capacidad de escuchar lo que Dios dice, ver lo que Dios hace y moverse en la esfera de lo milagroso se dan cuando una persona desarrolla la misma intimidad y la misma dependencia del Padre que tenía Jesús. ¿Cómo hizo Jesús las cosas que realizó? La respuesta se encuentra en su relación con el Padre. ¿Cómo haremos “mayores cosas que estas”, según la promesa de Jesús (Juan 14.12)? Mediante el descubrimiento de esa misma relación de intimidad, sencillez y obediencia».

Dios te ama con una intimidad que sobrepasa todos tus sueños. Quiere que tengas una relación cercana y personal con Él, de intimidad, sencillez y obediencia. Esto constituye un honor y un privilegio extraordinario. Moisés, David y por supuesto, Jesús, tuvieron una relación íntima con Dios. ¿Pero cómo desarrollas la intimidad con Dios?

Sabiduría

Salmos 35:11-18

11 Se presentan testigos despiadados
 y me preguntan cosas que yo ignoro.
12 Me devuelven mal por bien,
 y eso me hiere en el alma;
13 pues cuando ellos enfermaban
 yo me vestía de luto,
me afligía y ayunaba.
 ¡Ay, si pudiera retractarme de mis oraciones!
14 Me vestía yo de luto,
 como por un amigo o un hermano.
Afligido, inclinaba la cabeza,
 como si llorara por mi madre.
15 Pero yo tropecé, y ellos se alegraron,
 y a una se juntaron contra mí.
Gente extraña, que yo no conocía,
 me calumniaba sin cesar.
16 Me atormentaban, se burlaban de mí,
 y contra mí rechinaban los dientes.

17 ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tolerar esto?
 Libra mi vida, mi única vida,
 de los ataques de esos leones.
18 Yo te daré gracias en la gran asamblea;
 ante una multitud te alabaré.

Comentario

Apertura, exposición y honestidad

Hubo ocasiones en las que David estaba deprimido; su alma se sentía vacía (v.12). Era lo suficientemente sincero y abierto como para hablar de sus dificultades:

  • Oposición

David se enfrentó a una gran oposición de parte de aquellos que le pagaron mal por bien y lo atacaban. Puede que tú también enfrentes gran oposición de aquellos que te paguen mal por bien y te ataquen (vv.12,15b). Puede que te calumnien (v.15c) o se burlen de ti de forma maliciosa (v.16a). La oposición no solo viene del mundo sino que incluso puede venir del pueblo de Dios (v.16).

  • Oración «no respondida»

Puede que haya momentos cuando tus oraciones parezcan no ser escuchadas: «Señor, ¿cuánto tiempo seguirás viendo esto?» (v.17, DHH).

  • Fracaso

Todos hemos tropezado (v.15a). Podemos sentir que caminamos con el Señor bastante felices y entonces repentinamente tropezamos. Puede haber ocasiones en las que no cumplamos nuestros propios estándares y mucho menos los de Dios.

Como David, habla con Dios sobre todos estos desafíos. No intentes hacer de cuenta que todo está bien. Habla desde lo profundo de tu corazón, Él no se sorprenderá ni se mostrará impactado por lo que digas. La apertura, el exponerse abiertamente mostrando tus debilidades y la honestidad son las cualidades que te llevan hacia una relación íntima con Dios.

Oración

Señor, gracias por escuchar los clamores de mi corazón. Gracias por rescatarme y capacitarme para decir: «Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré» (v.18).

Nuevo Testamento

Lucas 2:41-52

El niño Jesús en el templo

41 Los padres de Jesús subían todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Cuando cumplió doce años, fueron allá según era la costumbre. 43 Terminada la fiesta, emprendieron el viaje de regreso, pero el niño Jesús se había quedado en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. 44 Ellos, pensando que él estaba entre el grupo de viajeros, hicieron un día de camino mientras lo buscaban entre los parientes y conocidos. 45 Al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en busca de él. 46 Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados.

—Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? —le dijo su madre—. ¡Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados!

49 —¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

50 Pero ellos no entendieron lo que les decía.

51 Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos. Pero su madre conservaba todas estas cosas en el corazón. 52 Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.

Comentario

Crece en sabiduría

Ya desde niño, Jesús tenía una sabiduría sorprendente: «Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas» (v.47).

Como alguien ha dicho: «El conocimiento es saber que un tomate es un fruto. La sabiduría es no ponerlo en una ensalada de frutas». El conocimiento es horizontal. La sabiduría es vertical. Viene desde arriba hacia abajo. Es mucho más importante crecer en sabiduría que crecer en prosperidad, la sabiduría supera a la prosperidad. La intimidad con el Padre conduce a un mayor crecimiento en sabiduría.

Luego de que los padres de Jesús lo hallaran en el atrio del templo, les preguntó: «¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?» (v.49b). O como dice la versión bíblica en inglés The Message: «Tratando con las cosas de mi Padre» (v.49b, MSG).

Por un lado, la relación de Jesús con su Padre era única.
Pero, por otra parte, también te permite llamar a Dios «Padre». Oró a Dios como «Abba» (la palabra aramea usada por un hijo en términos filiales con su padre) y enseñó a sus discípulos a hacer lo mismo (11:2). San Pablo, al escribir sobre el Espíritu Santo, señala: «Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: “¡Abba! ¡Padre!”» (Romanos 8:15, DHH).

Al examinar el ejemplo de Jesús en estos versículos aprendemos cuatro cosas sobre esta clase de sabiduría que procede de la intimidad con el Padre:

  • La sabiduría viene de escuchar

La sabiduría es disposición a escuchar y aprender de los demás. Jesús estaba «sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas» (Lucas 2:46).

Sir Isaac Newton dijo: «Veo que la inteligencia resulta más evidente al analizar las preguntas realizadas en lugar de las respuestas ofrecidas».

A menudo, aquellos que saben más hablan menos. Cuando hablamos, por lo general repetimos meramente lo que ya sabemos. Cuando escuchamos, puede que aprendamos algo nuevo.

Realizar buenas preguntas es la clave para ser un buen conversador. Se decía del presidente norteamericano J. F. Kennedy que te hacía pensar que él no tenía nada más que hacer excepto hacerte preguntas y escuchar tu respuesta, con una concentración extraordinaria. .Sabías que en ese momento, Kennedy dejaba a un lado el pasado y el futuro para concentrarse en ti.

  • La sabiduría conduce a la sencillez

La sabiduría trae claridad. Jesús sabía dónde debía estar y qué debía hacer. Declaró: «¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?» (v.49). el conocimiento nos lleva de lo simple a lo complejo; la sabiduría nos lleva de lo complejo a lo simple.

  • La sabiduría es integral

La sabiduría no solo se muestra en lo que decimos sino también en cómo vivimos: «Así que Jesús bajó con sus padres a Nazaret y vivió sujeto a ellos» (v.51). La sabiduría se refiere a toda la vida más que solo a nuestro intelecto o nuestras palabras.

  • La sabiduría debe crecer

Por medio de su relación íntima con Dios, «Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente» (v.52), una expresión muy similar a la utilizada con respecto a Samuel (1 Samuel 2:26).

La sabiduría debería incrementarse a medida que crecemos. No es que la sabiduría de Jesús fuera defectuosa o imperfecta, pero crecía a medida que él maduraba, y así debería ser con nosotros.

Esta es una oración que a menudo hacemos por nuestros hijos: que puedan crecer en sabiduría, estatura y en favor ante Dios y la gente.

Por encima de todo, la sabiduría de Jesús procedía de su relación íntima con Dios. Dios era su Padre y sabía que tenía que estar en la casa de su Padre, y su intimidad con Èl era el cimiento de su sabiduría.

Oración

Padre, gracias por haberme dado el Espíritu de adopción por el cual puedo clamar: «Abba, Padre». Gracias por llamarme a la misma relación de intimidad que Jesús tuvo contigo. Ayúdame a crecer en esta relación de intimidad, sencillez y obediencia. Y a crecer en sabiduría, estatura y en favor con Dios y la gente.

Antiguo Testamento

Números 7:66-9:14

La ofrenda de Dan

66 El décimo día le tocó presentar su ofrenda a Ajiezer hijo de Amisaday, jefe de la tribu de Dan.

67 Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un aspersorio de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el aspersorio pesaba ochocientos gramos.

68 También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso.

69 Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año.

70 Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío.

71 Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, y cinco corderos de un año.

Ésta fue la ofrenda de Ajiezer hijo de Amisaday.

La ofrenda de Aser

72 El undécimo día le tocó presentar su ofrenda a Paguiel hijo de Ocrán, jefe de la tribu de Aser.

73 Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un aspersorio de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el aspersorio pesaba ochocientos gramos.

74 También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso.

75 Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año.

76 Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío.

77 Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, y cinco corderos de un año.

Ésta fue la ofrenda de Paguiel hijo de Ocrán.

La ofrenda de Neftalí

78 El duodécimo día le tocó presentar su ofrenda a Ajirá hijo de Enán, jefe de la tribu de Neftalí.

79 Para la ofrenda de cereal, presentó una fuente de plata y un aspersorio de plata, llenos de flor de harina amasada con aceite. Según la tasación oficial del santuario, la fuente pesaba un kilo y medio, y el aspersorio pesaba ochocientos gramos.

80 También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso.

81 Para el holocausto, presentó un novillo, un carnero y un cordero de un año.

82 Para el sacrificio expiatorio, presentó un macho cabrío.

83 Para el sacrificio de comunión, presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, y cinco corderos de un año.

Ésta fue la ofrenda de Ajirá hijo de Enán.

Conclusión

84 Las ofrendas de dedicación que los jefes de Israel presentaron cuando se consagró el altar fueron las siguientes: doce fuentes de plata, doce aspersorios de plata y doce bandejas de oro. 85 Cada fuente de plata pesaba un kilo y medio, y cada aspersorio, ochocientos gramos. El peso total de los objetos de plata llegaba a veintisiete kilos, según la tasación oficial del santuario. 86 Las doce bandejas de oro llenas de incienso pesaban ciento diez gramos cada una, según la tasación oficial del santuario. El peso total de las bandejas de oro era de un kilo con cuatrocientos gramos. 87 Los animales para el holocausto fueron en total doce novillos, doce carneros, doce corderos de un año, y doce machos cabríos para el sacrificio expiatorio, más las ofrendas de cereal. 88 Los animales para el sacrificio de comunión fueron en total veinticuatro bueyes, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos de un año. Éstas fueron las ofrendas para la dedicación del altar después de haber sido consagrado.

Dios se revela en medio del pueblo

89 Cuando Moisés entró en la Tienda de reunión para hablar con el Señor, escuchó su voz de entre los dos querubines, desde la cubierta del propiciatorio que estaba sobre el arca del pacto. Así hablaba el Señor con Moisés.

Las lámparas del candelabro

8El Señor le dijo a Moisés: 2 «Dile a Aarón: “Cuando instales las siete lámparas, éstas deberán alumbrar hacia la parte delantera del candelabro.”»

3 Así lo hizo Aarón. Instaló las lámparas de modo que alumbraran hacia la parte delantera del candelabro, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés. 4 Desde la base hasta las flores, el candelabro estaba hecho de oro labrado, según el modelo que el Señor le había revelado a Moisés.

Consagración de los levitas

5 El Señor le dijo a Moisés: 6 «Toma a los levitas de entre los israelitas, y purifícalos. 7 Para purificarlos, rocíales agua expiatoria, y haz que se afeiten todo el cuerpo y se laven los vestidos. Así quedarán purificados. 8 Luego tomarán un novillo y una ofrenda de flor de harina amasada con aceite. Tú, por tu parte, tomarás otro novillo para el sacrificio expiatorio. 9 Llevarás a los levitas a la Tienda de reunión y congregarás a toda la comunidad israelita. 10 Presentarás a los levitas ante el Señor, y los israelitas les impondrán las manos. 11 Entonces Aarón presentará a los levitas ante el Señor, como ofrenda mecida de parte de los israelitas. Así quedarán consagrados al servicio del Señor.

12 »Los levitas pondrán las manos sobre la cabeza de los novillos, y tú harás propiciación por ellos ofreciendo un novillo como sacrificio expiatorio y otro como holocausto para el Señor. 13 Harás que los levitas se pongan de pie frente a Aarón y sus hijos, y los presentarás al Señor como ofrenda mecida. 14 De este modo apartarás a los levitas del resto de los israelitas, para que sean míos.

15 »Después de que hayas purificado a los levitas y los hayas presentado como ofrenda mecida, ellos irán a ministrar en la Tienda de reunión. 16 De todos los israelitas, ellos me pertenecen por completo; son mi regalo especial. Los he apartado para mí en lugar de todos los primogénitos de Israel. 17 Porque mío es todo primogénito de Israel, ya sea hombre o animal. Los aparté para mí cuando herí de muerte a todos los primogénitos de Egipto. 18 Sin embargo, he tomado a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas, 19 y se los he entregado a Aarón y a sus hijos como un regalo. Los levitas ministrarán en la Tienda de reunión en favor de los israelitas, y harán propiciación por ellos, para que no sufran una desgracia al acercarse al santuario.»

20 Así lo hicieron Moisés y Aarón, y toda la comunidad de Israel. Los israelitas hicieron todo lo que el Señor le había mandado a Moisés en cuanto a los levitas, 21 los cuales se purificaron y lavaron sus vestidos. Aarón los presentó ante el Señor como ofrenda mecida, e hizo propiciación por ellos para purificarlos. 22 Después de esto los levitas fueron a la Tienda de reunión, para ministrar allí bajo la supervisión de Aarón y de sus hijos. De este modo se cumplió todo lo que el Señor le había mandado a Moisés en cuanto a los levitas.

23 El Señor le dijo a Moisés: 24 «Esta ley se aplicará a los levitas: Para el servicio de la Tienda de reunión se inscribirá a los que tengan veinticinco años o más; 25 pero cesarán en sus funciones y se jubilarán cuando cumplan los cincuenta, 26 después de lo cual podrán seguir ayudando a sus hermanos en el ejercicio de sus deberes en la Tienda de reunión, pero no estarán ya a cargo del ministerio. Éstas son las obligaciones que asignarás a los levitas.»

La fecha de la Pascua

9El Señor le habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en el primer mes del segundo año después de la salida de Egipto. Le dijo: 2 «Los israelitas celebrarán la Pascua en la fecha señalada. 3 La celebrarán al atardecer del día catorce del mes, que es la fecha señalada. La celebrarán ciñéndose a todos sus estatutos y preceptos.»

4 Moisés mandó que los israelitas celebraran la Pascua, 5 y ellos la celebraron en el desierto de Sinaí, al atardecer del día catorce del mes primero. Los israelitas hicieron todo lo que el Señor le había mandado a Moisés.

Casos excepcionales

6 Pero algunos no pudieron celebrar la Pascua en aquel día, pues estaban ritualmente impuros por haber tocado un cadáver. Ese mismo día se acercaron a Moisés y a Aarón, 7 y les dijeron:

—Hemos tocado un cadáver, así que estamos impuros. Ahora bien, ésa no es razón para que no presentemos nuestras ofrendas al Señor en la fecha establecida, junto con los demás israelitas.

8 Moisés les respondió:

—Esperen a que averigüe lo que el Señor dispone con relación a ustedes.

9 Entonces el Señor le ordenó a Moisés 10 que les dijera a los israelitas: «Cuando alguno de ustedes o de sus descendientes esté ritualmente impuro por haber tocado un cadáver, o se encuentre fuera del país, aun así podrá celebrar la Pascua del Señor. 11 Sólo que, en ese caso, la celebrará al atardecer del día catorce del mes segundo. Comerá el cordero con pan sin levadura y hierbas amargas, 12 y no dejará nada del cordero para el día siguiente ni le quebrará un solo hueso. Cuando celebre la Pascua, lo hará según las disposiciones al respecto.

13 »Si alguien deja de celebrar la Pascua no estando impuro ni fuera del país, será eliminado de su pueblo por no haber presentado sus ofrendas al Señor en la fecha establecida. Así que sufrirá las consecuencias de su pecado.

14 »Si el extranjero que vive entre ustedes quiere celebrar la Pascua del Señor, deberá hacerlo ciñéndose a sus estatutos y preceptos. Las mismas disposiciones se aplicarán tanto a nativos como a extranjeros.»

Comentario

Detente y escucha

No puedes desarrollar una relación íntima con Dios sin apartar tiempo para comunicarte con Él. «Cuando Moisés entró en la tienda de Reunión para hablar con el Señor, escuchó su voz. \[…\] Así hablaba el Señor con Moisés. El Señor le dijo a Moisés…» (7:89–8:1).

Dios habló a Moisés (8:1; 9:1). Moisés habló con Dios (7:89). Era una conversación de doble vía. Dios hablaba a Moisés cara a cara, como una persona habla con un amigo (12:8): hablando y escuchando al mismo tiempo, mirando la reacción del otro.

En la era del Espíritu Santo estás en una posición mucho mejor que Moisés. Ya no tienes que ir a un sitio especial, como hacía Moisés, sino que puedes estar con Dios donde sea que te encuentres. Mediante el Espíritu de adopción eres llevado a una conversación íntima y eterna con Dios el Padre (Romanos 8:15-17,26-27).

Este era el patrón: «El Señor habló a Moisés \[…\] y este habló a los hijos de Israel \[…\] Los hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que el Señor le había mandado a Moisés» (Números 9:1-5, RVA-2015). Toda la forma de vida de los israelitas se edificaba sobre la obediencia a lo que Dios le había dicho a Moisés en el lugar de intimidad. Tu intimidad con Dios debe desbordarse en la forma en que llevas adelante tu vida. Debes poner en práctica las cosas que Dios te haya mostrado en el sitio de intimidad.

Hay momentos en que no es evidente cómo nos guía Dios. De nuevo, el ejemplo de Moisés resulta de utilidad. Cuando el pueblo realizaba una pregunta difícil a Moisés para la cual él no tenía respuesta, contestaba: «Esperen a que averigüe lo que el Señor dispone con relación a ustedes» (v.8). Si no conoces la respuesta correcta es sabio pedirle a la gente que «espere». Esto te da tiempo para orar y descubrir de parte de Dios la forma correcta de seguir adelante.

Eugene Peterson traduce este pasaje así, en su versión en inglés The Message: «Denme algún tiempo; descubriré lo que Dios dice en las circunstancias de ustedes» (v.8, MSG). Otra versión bíblica en inglés, The Amplified Bible, dice: «Quédense quietos y yo escucharé lo que el Señor mande con respecto a ustedes» (v.8, AMP). En el ajetreo de la vida, detente y escucha lo que Dios quiere que hagas.

Oración

Señor, gracias porque puedo encontrarme contigo cada día, hablar contigo y escucharte. Ayúdame a oír lo que me dices y a vivir hoy en esta relación de intimidad, sencillez y obediencia.

Añadidos de Pippa

Pippa añade:

Lucas 2:43

Siempre me maravillé sobre cómo María y José pudieron viajar un día entero antes de notar que su hijo no estaba con ellos.

Aunque debo confesar que una vez salimos para cenar con unos amigos y al llegar a nuestro destino descubrimos que no teníamos a uno de nuestros hijos. Me sentí bastante avergonzada explicando la situación a nuestros anfitriones y también muy ansiosa por saber si nuestro hijo estaba bien y no demasiado traumatizado.

Me pregunto si María y José tuvieron la misma discusión en el camino de regreso como la que tuvimos con Nicky para determinar quién había tenido la culpa. En ambos casos, afortunadamente, los hijos estaban a salvo. Jesús estaba en el templo hablando con los líderes religiosos ¡y nuestro hijo estaba en casa viendo la televisión!

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Referencias

Notas:

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está en español, se parafrasea.

Las citas bíblicas marcadas (AMP) son tomadas de la Biblia Amplificada® en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel

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