Día 125

Transforma tu mundo

Sabiduría Proverbios 11:9-18
Nuevo Testamento Juan 4:1-26
Antiguo Testamento Jueces 1:1-2:5

Introducción

Martin Luther King Jr. (1929–1968) vivió y murió por ver la sociedad transformada. En 1964, se convirtió en la persona más joven que recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo para acabar con la segregación social y la discriminación.

Habló de manera poderosa y memorable de su sueño de vivir un día en una nación donde sus hijos «no fueran juzgados por el color de su piel sino por los rasgos de su carácter».

Soñaba con un mundo transformado en el que todos pudieran unirse y decir: «¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!».

Martin Luther King Jr. fue un seguidor de Jesús. Su agenda era el reino de Dios, el cual no se trata solo de la conversión de personas (que de por sí es importante) sino también de la transformación de la sociedad.

Sabiduría

Proverbios 11:9-18

9 Con la boca el impío destruye a su prójimo,
 pero los justos se libran por el conocimiento.

10 Cuando el justo prospera, la ciudad se alegra;
 cuando el malvado perece, hay gran regocijo.

11 La bendición de los justos enaltece a la ciudad,
 pero la boca de los malvados la destruye.

12 El falto de juicio desprecia a su prójimo,
 pero el entendido refrena su lengua.

13 La gente chismosa revela los secretos;
 la gente confiable es discreta.

14 Sin dirección, la nación fracasa;
 el éxito depende de los muchos consejeros.

15 El fiador de un extraño saldrá perjudicado;
 negarse a dar fianza es vivir en paz.

16 La mujer bondadosa se gana el respeto;
 los hombres violentos sólo ganan riquezas.

17 El que es bondadoso se beneficia a sí mismo;
 el que es cruel, a sí mismo se perjudica.

18 El malvado obtiene ganancias ilusorias;
 el que siembra justicia asegura su ganancia.

Comentario

Sé una bendición para tu nación

Tu vida puede influenciar, no solo a tu propia familia y comunidad local, sino también a tu ciudad e incluso a toda la nación.

El escritor de Proverbios señala que la forma en que vivimos como individuos no solo nos afecta a nosotros mismos, sino también, para bien o para mal, al mundo que nos rodea.

Por un lado, «cuando el justo prospera, la ciudad se alegra» (v.10). Y como dice la versión de Amplified Bible «por la bendición \[de la influencia\] de los rectos y el favor de Dios \[a causa de ellos\] la ciudad es exaltada» (v.11a, AMP). Por otra parte, «la boca de los malvados» puede destruir una ciudad (v.11b). Y «sin dirección, la nación fracasa» (v.14).

¿Cómo debes vivir entonces? No calumnies a tus vecinos, sino más bien refrena tu lengua (v.12). No andes en chismes, más bien sé confiable en guardar secretos (v.13).

Todos necesitamos rodearnos de personas sabias y piadosas para dar un buen consejo: «Sin liderazgo sabio, la nación se hunde; la seguridad está en tener muchos consejeros» (v.14, NTV). Si tienes consejeros sabios consúltalos con frecuencia. Si no los tienes, pídele a Dios que te los provea.

Sé bondadoso (v.16) y siembra justicia (v.18). Si vives así, el mundo entero a tu alrededor se verá influenciado.

Oración

Señor, ayúdame a ser una buena influencia en mi ciudad y en mi nación para que pueda ver transformado todo el mundo que me rodea.

Nuevo Testamento

Juan 4:1-26

Jesús y la samaritana

4Jesús se enteró de que los fariseos sabían que él estaba haciendo y bautizando más discípulos que Juan 2 (aunque en realidad no era Jesús quien bautizaba sino sus discípulos). 3 Por eso se fue de Judea y volvió otra vez a Galilea. 4 Como tenía que pasar por Samaria, 5 llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar, cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José. 6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía. 7-8 Sus discípulos habían ido al pueblo a comprar comida.

En eso llegó a sacar agua una mujer de Samaria, y Jesús le dijo:

—Dame un poco de agua.

9 Pero como los judíos no usan nada en común con los samaritanos, la mujer le respondió:

—¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?

10 —Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua —contestó Jesús—, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida.

11 —Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida? 12 ¿Acaso eres tú superior a nuestro padre Jacob, que nos dejó este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?

13 —Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—, 14 pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

15 —Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.

16 —Ve a llamar a tu esposo, y vuelve acá —le dijo Jesús.

17 —No tengo esposo —respondió la mujer.

—Bien has dicho que no tienes esposo. 18 Es cierto que has tenido cinco, y el que ahora tienes no es tu esposo. En esto has dicho la verdad.

19 —Señor, me doy cuenta de que tú eres profeta. 20 Nuestros antepasados adoraron en este monte, pero ustedes los judíos dicen que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén.

21 —Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22 Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. 23 Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

25 —Sé que viene el Mesías, al que llaman el Cristo —respondió la mujer—. Cuando él venga nos explicará todas las cosas.

26 —Ése soy yo, el que habla contigo —le dijo Jesús.

Comentario

Derriba las divisiones de todo tipo

Cada iglesia debe ser una iglesia incluyente porque el amor de Dios es radicalmente incluyente. La iglesia debe ser notoria por su amor. Debemos acoger a las personas independientemente de su género, raza o estilo de vida. Jesús vino a derribar todas las barreras de nuestra sociedad.

La fama de Jesús iba en aumento. Como dice The Message: «Los fariseos guardaban cuenta de los bautismos que él y Juan realizaban \[...\]. Habían publicado el conteo en el que Jesús iba adelante, haciendo de Él y Juan rivales» (vv.1-2, MSG).

Jesús no estaba interesado en la rivalidad, la fama o la competición: «Cuando Jesús lo supo, salió de Judea para volver a Galilea» (v.3, DHH) donde se interesa diligentemente en ayudar a una samaritana tomándose su tiempo para atenderla. La Madre Teresa dijo: «Nunca te preocupes por los números. Ayuda a una persona a la vez, y siempre empieza con la persona que esté más cerca de ti».

En este encuentro, Jesús demostró que la ruptura de las divisiones será una de las maneras mediante las cuales la sociedad será transformará.

  • Poner fin a la guerra de los sexos

Jesús tuvo una conversación prolongada con una mujer en público; esto contradecía las convenciones de la época. Los rabinos estrictos, incluso prohibían a un rabino saludar a una mujer en público y mucho menos tener una conversación prolongada. Cuando los discípulos regresaron, se sorprendieron al encontrarlo hablando con una mujer (v.27).

Como John Stott escribió: «Sin alharacas ni publicidad, Jesús acabó con la maldición de la caída, devolvió a la mujer la nobleza que había perdido parcialmente, y restituyó en la nueva comunidad de su Reino la bendición original de la igualdad sexual».

Los géneros no deberían estar en guerra. Como expuso el papa Benedicto XVI: «En Cristo la rivalidad, la enemistad y la violencia que desfiguraban la relación entre el hombre y la mujer, son superables y superadas».

  • Acabar con el racismo, la discriminación y la segregación

La división entre judíos y samaritanos venía de mucho tiempo atrás. Los samaritanos eran una minoría despreciada e impotente que estaba relegada y sin valor. Juan explica que «en aquellos días los judíos no serían capturados muertos hablando con los samaritanos» (v.9, MSG).

Jesús no pone en peligro la verdad: «La salvación proviene de los judíos» (v.22). Sin embargo, al acercarse a esta mujer samaritana, rompe la maldición de la discriminación y la segregación racial. La transformación de la sociedad requiere romper los muros de la división de razas y etnias.

  • Finalizar la guerra de clases y la división social

Dios te ama independientemente de tu estilo de vida anterior o actual. Gracias a Dios, Él ama a las personas imperfectas.

Al pedirle agua, Jesús nos muestra cómo acercarnos a las personas que están quebrantadas y heridas, no de manera condescendiente como una persona superior, sino humildemente como un mendigo.

Esta mujer debió ser una marginada social. Con un pasado de relaciones rotas, rechazada y escarnecida por su propia gente, ella viene a sacar agua sola al mediodía. «No tengo esposo» (v.17) es un grito de soledad, culpa y angustia.

Jesús no estaba hablando simplemente con una mujer samaritana, sino también con una «pecadora». Esta mujer había llevado una vida inmoral. «Has tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no es tu marido» (v.18, DHH). Se había divorciado varias veces y no estaba casada con el hombre con quien vivía ahora. Jesús no compromete la verdad, pero no juzga, condena o rechaza a la mujer samaritana por su estilo de vida o posición social (Marcos 2:17, Juan 8:10-11).

Los que eran religiosos no se mezclaban con «pecadores». Jesús rompe otra barrera al interactuar con esta mujer sexualmente promiscua. Su amor llega a todos los grupos de la sociedad sin barreras de clase, estilo de vida o posición social.

En última instancia, solo el Espíritu Santo puede lograr la transformación de la sociedad. Él es quien trae la unidad, rompiendo las divisiones de género, raza y posición social. Aquellos en quienes el Espíritu Santo mora deben estar a la vanguardia de la lucha por la igualdad de género, racial y social.

Toda la conversación de Jesús con esta mujer se centró en el Espíritu Santo. Ella no necesitaba un sermón, necesitaba agua viva. Jesús declara: «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna» (vv.13-14).

Jesús vino para saciar nuestra sed de aceptación, relaciones y significado. La vida que recibimos es la vida que damos y así, nos convertimos en una fuente de vida para los demás.

La transformación de la sociedad empieza con la transformación de nuestras vidas hecha por el Espíritu Santo. Comienza por beber el agua de vida que Jesús da a todo aquel que cree en Él. Cuando el Espíritu Santo viene a vivir dentro de ti, se convierte en una fuente permanente de agua que mana sin cesar en tu vida y hasta la eternidad.

Eres transformado por el Espíritu Santo y por tu relación personal con Dios. La palabra usada aquí para «adorar» significa «arrodillarse, acercarse a una íntima relación de amor», y así dice: «… deben hacerlo en espíritu y en verdad» (v.24).

Oración

Señor, hoy vengo a ti y bebo Tu agua que da vida. Que esta agua fluya de mi corazón y transforme todas mis relaciones.

Antiguo Testamento

Jueces 1:1-2:5

Israel continúa su lucha contra los cananeos

1Después de la muerte de Josué, los israelitas le preguntaron al Señor:

—¿Quién de nosotros será el primero en subir y pelear contra los cananeos?

2 El Señor respondió:

—Judá será el primero en subir, puesto que ya le he entregado el país en sus manos.

3 Entonces los de la tribu de Judá dijeron a sus hermanos de la tribu de Simeón: «Suban con nosotros al territorio que nos ha tocado, y pelearemos contra los cananeos; después nosotros iremos con ustedes al territorio que les tocó.» Y los de la tribu de Simeón los acompañaron.

4 Cuando Judá atacó, el Señor entregó en sus manos a los cananeos y a los ferezeos. En Bézec derrotaron a diez mil hombres. 5 Allí se toparon con Adoní Bézec y pelearon contra él, y derrotaron a los cananeos y a los ferezeos. 6 Adoní Bézec logró escapar, pero lo persiguieron hasta que lo alcanzaron, y le cortaron los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies.

7 Entonces Adoní Bézec exclamó: «¡Setenta reyes, cortados los pulgares de las manos y los dedos gordos de los pies, recogían migajas debajo de mi mesa! ¡Ahora Dios me ha pagado con la misma moneda!» Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió.

8 Los de la tribu de Judá también atacaron a Jerusalén; la capturaron, matando a todos a filo de espada, y luego incendiaron la ciudad.

9 Después la tribu de Judá fue a pelear contra los cananeos que vivían en la región montañosa, en el Néguev y en la Sefelá. 10 Avanzaron contra los cananeos que vivían en Hebrón, ciudad que antes se llamaba Quiriat Arbá, y derrotaron a Sesay, Ajimán y Talmay.

11 Desde allí, avanzaron contra los habitantes de Debir, ciudad que antes se llamaba Quiriat Séfer. 12 Entonces Caleb dijo: «A quien derrote a Quiriat Séfer y la conquiste, yo le daré por esposa a mi hija Acsa.» 13 Y fue Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb, quien la conquistó; así que Caleb le dio por esposa a su hija Acsa. 14 Cuando ella llegó, Otoniel la convenció de que le pidiera un terreno a su padre. Al bajar Acsa del asno, Caleb le preguntó:

—¿Qué te pasa?

15 —Concédeme un gran favor —respondió ella—. Ya que me has dado tierras en el Néguev, dame también manantiales.

Fue así como Caleb le dio a su hija mananatiales en las zonas altas y en las bajas.

16 Los descendientes de Hobab el quenita, suegro de Moisés, acompañaron a la tribu de Judá desde la Ciudad de las Palmeras hasta el desierto de Judá, que está en el Néguev, cerca de Arad. Allí habitaron con la gente del lugar.

17 Después fueron los de la tribu de Judá con sus hermanos de la tribu de Simeón y derrotaron a los cananeos que vivían en Sefat, ciudad a la que destruyeron por completo. Desde entonces Sefat fue llamada Jormá. 18 Los hombres de Judá también conquistaron las ciudades de Gaza, Ascalón y Ecrón, cada una de ellas con su propio territorio.

19 El Señor estaba con los hombres de Judá. Éstos tomaron posesión de la región montañosa, pero no pudieron expulsar a los que vivían en las llanuras, porque esa gente contaba con carros de hierro. 20 Tal como lo había prometido Moisés, Caleb recibió Hebrón y expulsó de esa ciudad a los tres hijos de Anac. 21 En cambio, los de la tribu de Benjamín no lograron expulsar a los jebuseos, que vivían en Jerusalén. Por eso hasta el día de hoy los jebuseos viven con los benjaminitas en Jerusalén.

22 Los de la tribu de José, por su parte, subieron contra Betel, pues el Señor estaba con ellos. 23 Enviaron espías a Betel, ciudad que antes se llamaba Luz, 24 y éstos, al ver que un hombre salía de la ciudad, le dijeron: «Muéstranos cómo entrar en la ciudad, y seremos bondadosos contigo.» 25 Aquel hombre les mostró cómo entrar en la ciudad, y ellos la conquistaron a filo de espada; pero al hombre y a toda su familia les perdonaron la vida. 26 Y ese hombre se fue a la tierra de los hititas, donde fundó una ciudad a la que llamó Luz, nombre que conserva hasta el día de hoy.

27 Pero los de la tribu de Manasés no pudieron expulsar a los de Betseán y de Tanac con sus respectivas aldeas, ni tampoco a los habitantes de Dor, Ibleam y Meguido con sus respectivas aldeas, porque los cananeos estaban decididos a permanecer en esa tierra. 28 Sólo cuando Israel se hizo fuerte pudo someter a los cananeos a trabajos forzados, aunque nunca pudo expulsarlos del todo. 29 Los de la tribu de Efraín tampoco pudieron expulsar a los cananeos que vivían en Guézer, de modo que los cananeos siguieron viviendo entre ellos. 30 Los de la tribu de Zabulón, por su parte, tampoco pudieron expulsar a los cananeos que vivían en Quitrón y Nalol, y éstos siguieron viviendo entre ellos, aunque fueron sometidos a trabajos forzados. 31 Tampoco los de la tribu de Aser pudieron expulsar a los habitantes de Aco, Sidón, Ajlab, Aczib, Jelba, Afec y Rejob. 32 Por eso, como no pudieron expulsarlos, el pueblo de la tribu de Aser vivió entre los cananeos que habitaban en aquella región. 33 Tampoco los de la tribu de Neftalí pudieron expulsar a los habitantes de Bet Semes y Bet Anat, sino que vivieron entre los cananeos que habitaban en aquella región. Sin embargo, sometieron a trabajos forzados a los que vivían en Bet Semes y Bet Anat. 34 Los amorreos hicieron retroceder a los de la tribu de Dan hasta la región montañosa, y no les permitieron bajar a la llanura. 35 Los amorreos también estaban decididos a permanecer en el monte Heres, en Ayalón y en Salbín. Pero cuando se acrecentó el poder de la tribu de José, los amorreos también fueron sometidos a trabajos forzados. 36 La frontera de los amorreos iba desde la cuesta de los Escorpiones hasta Selá, e incluso más arriba.

El ángel del Señor en Boquín

2El ángel del Señor subió de Guilgal a Boquín y dijo: «Yo los saqué a ustedes de Egipto y los hice entrar en la tierra que juré darles a sus antepasados. Dije: “Nunca quebrantaré mi pacto con ustedes; 2 ustedes, por su parte, no harán ningún pacto con la gente de esta tierra, sino que derribarán sus altares.” ¡Pero me han desobedecido! ¿Por qué han actuado así? 3 Pues quiero que sepan que no expulsaré de la presencia de ustedes a esa gente; ellos les harán la vida imposible, y sus dioses les serán una trampa.»

4 Cuando el ángel del Señor les habló así a todos los israelitas, el pueblo lloró a gritos. 5 Por eso llamaron a aquel lugar Boquín, y allí ofrecieron sacrificios al Señor.

Comentario

Clama a Dios por un buen liderazgo

Vivimos en un mundo desordenado y caótico que, en cierto modo, no es muy diferente al mundo descrito en el libro de Jueces.

Adentrarse en el libro de Jueces choca mucho. Nos encontramos con una mezcla de sexo, violencia, masacre, violación, brutalidad, engaño y caos. Vemos que la gente no logró controlar la idolatría y el pecado cuando se estableció en la tierra prometida,. A pesar de las advertencias de Dios, se amoldaron a las prácticas religiosas y éticas de las personas que los rodeaban (2:1-2) quienes se convirtieron en «espinas clavadas en el costado y \[…\] una tentación constante para \[ellos\]» (v.3, NTV).

Dios te llama a ser absolutamente implacable con las cosas malas. No quiere que hagamos concesiones, ni quiere que simplemente limites las áreas de tu vida que sabes que están mal, sino que las cortes de raíz completamente y sin contemplaciones.

El pueblo cayó en un círculo vicioso de desobediencia, en el que una y otra vez era oprimido por sus enemigos y clamaba a Dios pidiendo ayuda.

Dios respondió enviándoles jueces (líderes), sirviéndose de todo tipo de personas que a nuestros ojos sería muy improbable que fueran líderes, lo que es un gran estímulo para todos nosotros. Fortalecidos por el Espíritu Santo, estos líderes transformaron su mundo y los liberaron.

Oración

Señor, clamo hoy pidiendo tu ayuda. Te pido que erijas líderes buenos en nuestra ciudad y en nuestra cultura que transformen nuestro mundo y honren el nombre de Jesús.

Añadidos de Pippa

Pippa añade

Juan 4:1–26

De toda la gente con la que Jesús pudo haber pasado el tiempo, eligió lo más bajo de lo bajo. En el reino a la inversa de Jesús, él da dignidad a los que no la tienen.

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Referencias

Notas:

Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida a español, se parafrasea.

Las citas bíblicas marcadas (AMP) son tomadas de la Biblia Amplificada® en inglés, no está traducida al español, se parafrasea.

John Stott, La fe cristiana frente a los desafíos contemporáneos, (Libros Desafío, EEUU, 1999) P.287

Eugene Peterson, The Message, (NavPress, 2005) p.292

Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)

Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

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