Cómo ser una buena influencia
Introducción
John Maxwell, cuya organización ha formado a más de un millón de líderes en el mundo entero, escribió en una ocasión lo siguiente: «El liderazgo es influencia». Maxwell señala que según los sociólogos, incluso la persona más introvertida que exista ¡influirá a 10.000 personas durante el tiempo de su vida!
En un sentido, solo hay un líder. En nuestra lectura del Nuevo Testamento de hoy, Jesús afirma: «Tienen un solo Maestro, el Cristo» (Mateo 23:10). Por otro lado, todo cristiano está llamado a ser un líder, en el sentido de que otra gente te mirará como ejemplo. Tienes influencia sobre otras personas de diferentes maneras. Ser llamado por Dios para influir a los demás es un privilegio extraordinario, pero también conlleva una gran responsabilidad.
Salmos 18:25-36
25 Tú eres fiel con quien es fiel,
e irreprochable con quien es irreprochable;
26 sincero eres con quien es sincero,
pero sagaz con el que es tramposo.
27 Tú das la victoria a los humildes,
pero humillas a los altaneros.
28 Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida;
tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas.
29 Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército;
contigo, Dios mío, podré asaltar murallas.
30 El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian.
31 ¿Quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?
32 Es él quien me arma de valor
y endereza mi camino;
33 da a mis pies la ligereza del venado,
y me mantiene firme en las alturas;
34 adiestra mis manos para la batalla,
y mis brazos para tensar arcos de bronce.
35 Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
36 Me has despejado el camino,
así que mis tobillos no flaquean.
Comentario
Confianza
David era un líder que tenía confianza. Pero no una confianza centrada en sí mismo, sino confianza en Dios: «Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército; contigo, Dios mío, podré asaltar murallas» (v.29). David reconoció que necesitaba a Dios para:
1. Protección
«Escudo es Dios a los que en él se refugian» (v.30b) «Tú me cubres con el escudo de tu salvación» (v.35).
2. Fortaleza
«Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas» (vv.32–33).
3. Entrenamiento
«Adiestra mis manos para la batalla»(v.34a). En 1992, estaba leyendo este salmo cuando este versículo me hizo caer en la cuenta de que necesitábamos entrenar líderes (anfitriones de los grupos pequeños y ayudantes) antes del inicio de cada curso Alpha. Este fue el origen del Entrenamiento Alpha.
4. Guía
«Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida» (v.28). «El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable»
Oración
Señor, necesito tu ayuda. Oro por tu protección, fortaleza y guía. Guíame por tu camino perfecto.
Mateo 23:1-39
Jesús denuncia a los fariseos y a los maestros de la ley
23Después de esto, Jesús dijo a la gente y a sus discípulos: 2 «Los maestros de la ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés. 3 Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. 4 Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas.
5 »Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas; 6 se mueren por el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 y porque la gente los salude en las plazas y los llame “Rabí”.
8 »Pero no permitan que a ustedes se les llame “Rabí”, porque tienen un solo Maestro y todos ustedes son hermanos. 9 Y no llamen “padre” a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, y él está en el cielo. 10 Ni permitan que los llamen “maestro”, porque tienen un solo Maestro, el Cristo. 11 El más importante entre ustedes será siervo de los demás. 12 Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
13 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.
15 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes.
16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “Si alguien jura por el templo, no significa nada; pero si jura por el oro del templo, queda obligado por su juramento.” 17 ¡Ciegos insensatos! ¿Qué es más importante: el oro, o el templo que hace sagrado al oro? 18 También dicen ustedes: “Si alguien jura por el altar, no significa nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado por su juramento.” 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante: la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? 20 Por tanto, el que jura por el altar, jura no sólo por el altar sino por todo lo que está sobre él. 21 El que jura por el templo, jura no sólo por el templo sino por quien habita en él. 22 Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que lo ocupa.
23 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello. 24 ¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito pero se tragan el camello.
25 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por fuera.
27 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. 28 Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
29 »¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Construyen sepulcros para los profetas y adornan los monumentos de los justos. 30 Y dicen: “Si hubiéramos vivido nosotros en los días de nuestros antepasados, no habríamos sido cómplices de ellos para derramar la sangre de los profetas.” 31 Pero así quedan implicados ustedes al declararse descendientes de los que asesinaron a los profetas. 32 ¡Completen de una vez por todas lo que sus antepasados comenzaron!
33 »¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán ustedes de la condenación del infierno? 34 Por eso yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán; a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. 35 Así recaerá sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la de Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes asesinaron entre el santuario y el altar de los sacrificios. 36 Les aseguro que todo esto vendrá sobre esta generación.
37 »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! 38 Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. 39 Y les advierto que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” »
Comentario
Carácter
Jesús confronta a los líderes religiosos de su tiempo con un lenguaje duro: «¡Serpientes! ¡Camada de víboras!» (v.33). Este lenguaje pudo chocar mucho a la gente. Los lideres religiosos eran gente considerada y respetable.
Los escribas eran abogados. Conservaron e interpretaron la ley. Estaban autorizados a actuar como jueces. Habían sido ordenados después de un curso de estudios. Eran expertos en las Escrituras. Eran profesores que reunían alumnos a su alrededor.
Los fariseos eran gente laica. Solían provenir de las clases medias (al contrario que los saduceos, quienes eran más aristocráticos). Eran muy respetados por su piedad; oraban y ayunaban con frecuencia. Asistían a los servicios religiosos, daban regularmente y sus vidas eran «rectas y morales». Tenían una gran influencia en la sociedad y eran muy admirados por la gente común.
Aun así, Jesús los critica por ser hipócritas: «No hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican» (v.3).
Los 'siete lamentos' de Jesús nos plantean el reto de aspirar a las siete características de un buen lider:
1. Integridad
Jesús ataca la hipocresía de los líderes religiosos (vv. 3-4). Dice: «No hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas» (vv.3b-4). La integridad es lo opuesto a esto; significa practicar lo que predicas y asegurarte de que tus palabras animan a la gente en vez de apesadumbrarlos con la culpa u otras cargas.
2. Autenticidad
Jesús ataca su superficialidad (vv.5-7). Les dice: «Todo lo hacen para que la gente los vea» (v.5a). Pero lo que importa es quien eres cuando nadie te ve. Jesús habla de la vida 'secreta' con Dios. ¡Busca desarrollar una vida privada y auténtica con Dios!
3. Humildad
Jesús previene contra el amor a los títulos y los reconocimientos (vv.8-11). Mantente vigilante para no ser seducido por los «lugares de honor» y los «primeros asientos»; por recibir títulos de un tipo o del otro (vv.6-7). Jesús advierte contra permitir «que a ustedes se les llame “maestro”»(v.8). Esta es una gran tentación, ante la que Jesús indica: «Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido»(v.12). ¡Busca siempre exaltar a Jesús en vez de exaltarte a ti mismo!
4. Compasión
Jesús ataca a los líderes religiosos por poner piedras para que la gente tropiece en su camino (vv.13-15). Dice: «Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo» (v.13). Los líderes necesitan tener justo el espíritu opuesto: un espíritu abierto y de bienvenida a todos.
El mismo Jesús da un ejemplo de compasión. Dice: «¡Jerusalén, Jerusalén… ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas» (v.37).
5. Visión
Los líderes tienen que tener una gran visión. Jesús ataca la cortedad de miras y la estrechez de mente de los líderes religiosos (vv. 16-22) con sus ridículas discusiones bizantinas (v.19). No eran capaces de distinguir el árbol del bosque. Tienes que concentrarte en los asuntos importantes, orar para recibir la visión de Dios y no distraerte de lo esencial. Pídele a Dios que te dé una visión que sea tan grande que sin Él sea imposible.
6. Enfoque
Céntrate en lo que de verdad importa (vv.23-24). Evita dejarte atrapar por los detalles menores y convertirte en un legalista. Jesús dice: «Cuelan el mosquito pero se tragan el camello» (v.24). En vez de esto, tenemos que enfocarnos en «los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad» (v.24). Lucha contra la injusticia y la pobreza; demuestra «fidelidad» en tus relaciones con tu familia y los demás.
7. Generosidad
Es lo opuesto de la codicia y autocomplacencia, las cuales son denunciadas por Jesús (vv.25-28). Su vida interior es completamente diferente a su vida exterior. Jesús te llama a ser tú mismo, a que tu interior sea como tu exterior (vv.27-28).
Estos son unos estándares muy altos y extremadamente difíciles de cumplir. A medida que sus lamentos se acercan a su clímax (vv.29-36), las palabras de Jesús son de las más fuertes que salen de su boca. Es importante señalar que no se dirigían a la gente común. Jesús estaba criticando a los líderes poderosos que buscaban «enaltecerse a sí mismos» (v.12) y que «cierran a los demás el reino de los cielos» (v.13).
No debemos usar estas palabras como excusa para regañar a la gente común, ni tampoco a los líderes que buscan sinceramente señalar a la gente el camino a Jesús. Necesito dirigirlos hacia mí. Son palabras desafiantes, ¡pero el reto no debe ser dirigido a la gente incorrecta!
Lo que resulta tan asombroso de las palabras de Jesús es que, humanamente hablando, él estaba en una posición de debilidad extrema, a pesar de lo cual no temió enfrentarse a los poderes de su tiempo.
Oración
Señor, perdóname por las veces que he fallado en estas áreas. Ayúdame a llevar una vida de integridad, autenticidad, humildad, compasión, visión, enfoque y generosidad. Ayúdame a tener la misma preocupación por mi ciudad que Jesús tuvo por la suya.
Job 33:1-34:37
33»Te ruego, Job, que escuches mis palabras,
que prestes atención a todo lo que digo.
2 Estoy a punto de abrir la boca,
y voy a hablar hasta por los codos.
3 Mis palabras salen de un corazón honrado;
mis labios dan su opinión sincera.
4 El Espíritu de Dios me ha creado;
me infunde vida el hálito del Todopoderoso.
5 Contéstame, si puedes;
prepárate y hazme frente.
6 Ante Dios, tú y yo somos iguales;
también yo fui tomado de la tierra.
7 No debieras alarmarte ni temerme,
ni debiera pesar mi mano sobre ti.
8 »Pero me parece haber oído que decías
(al menos, eso fue lo que escuché):
9 “Soy inocente. No tengo pecado.
Estoy limpio y libre de culpa.
10 Sin embargo, Dios me ha encontrado faltas;
me considera su enemigo.
11 Me ha sujetado los pies con cadenas
y vigila todos mis pasos.”
12 »Pero déjame decirte que estás equivocado,
pues Dios es más grande que los mortales.
13 ¿Por qué le echas en cara
que no responda a todas tus preguntas?
14 Dios nos habla una y otra vez,
aunque no lo percibamos.
15 Algunas veces en sueños,
otras veces en visiones nocturnas,
cuando caemos en un sopor profundo,
o cuando dormitamos en el lecho,
16 él nos habla al oído
y nos aterra con sus advertencias,
17 para apartarnos de hacer lo malo
y alejarnos de la soberbia;
18 para librarnos de caer en el sepulcro
y de cruzar el umbral de la muerte.
19 A veces nos castiga con el lecho del dolor,
con frecuentes dolencias en los huesos.
20 Nuestro ser encuentra repugnante la comida;
el mejor manjar nos parece aborrecible.
21 Nuestra carne va perdiéndose en la nada,
hasta se nos pueden contar los huesos.
22 Nuestra vida va acercándose al sepulcro,
se acerca a los heraldos de la muerte.
23 »Mas si un ángel, uno entre mil,
aboga por el hombre y sale en su favor,
y da constancia de su rectitud;
24 si le tiene compasión y le ruega a Dios:
“Sálvalo de caer en la tumba,
que ya tengo su rescate”,
25 entonces el hombre rejuvenece;
¡vuelve a ser como cuando era niño!
26 Orará a Dios, y él recibirá su favor;
verá su rostro y gritará de alegría,
y Dios lo hará volver a su estado de inocencia.
27 El hombre reconocerá públicamente:
“He pecado, he pervertido la justicia,
pero no recibí mi merecido.
28 Dios me libró de caer en la tumba;
¡estoy vivo y disfruto de la luz!”
29 »Todo esto Dios lo hace
una, dos y hasta tres veces,
30 para salvarnos de la muerte,
para que la luz de la vida nos alumbre.
31 »Préstame atención, Job, escúchame;
guarda silencio, que quiero hablar.
32 Si tienes algo que decir, respóndeme;
habla, que quisiera darte la razón.
33 De lo contrario, escúchame en silencio
y yo te impartiré sabiduría.»
Segundo discurso de Eliú
34También dijo Eliú:
2 «Ustedes los sabios, escuchen mis palabras;
ustedes los instruidos, préstenme atención.
3 El oído saborea las palabras,
como saborea el paladar la comida.
4 Examinemos juntos este caso;
decidamos entre nosotros lo mejor.
5 »Job alega: “Soy inocente,
pero Dios se niega a hacerme justicia.
6 Tengo que resultar un mentiroso,
a pesar de que soy justo;
sus flechas me hieren de muerte,
a pesar de que no he pecado.”
7 ¿Dónde hay alguien como Job,
que tiene el sarcasmo a flor de labios?
8 Le encanta hacer amistad con los malhechores
y andar en compañía de los malvados.
9 ¡Y nos alega que ningún provecho saca el hombre
tratando de agradar a Dios!
10 »Escúchenme, hombres entendidos:
¡Es inconcebible que Dios haga lo malo,
que el Todopoderoso cometa injusticias!
11 Dios paga al hombre según sus obras;
lo trata como se merece.
12 ¡Ni pensar que Dios cometa injusticias!
¡El Todopoderoso no pervierte el derecho!
13 ¿Quién le dio poder sobre la tierra?
¿Quién lo puso a cargo de todo el mundo?
14 Si pensara en retirarnos su espíritu,
en quitarnos su hálito de vida,
15 todo el género humano perecería,
¡la humanidad entera volvería a ser polvo!
16 »Escucha esto, si eres entendido;
presta atención a lo que digo.
17 ¿Puede acaso gobernar quien detesta la justicia?
¿Condenarás entonces al Dios justo y poderoso,
18 al que niega el valor de los reyes
y denuncia la maldad de los nobles?
19 Dios no se muestra parcial con los príncipes
ni favorece a los ricos más que a los pobres.
¡Unos y otros son obra de sus manos!
20 Mueren de pronto, en medio de la noche;
la gente se estremece y muere;
los poderosos son derrocados
sin intervención humana.
21 »Los ojos de Dios ven los caminos del hombre;
él vigila cada uno de sus pasos.
22 No hay lugares oscuros ni sombras profundas
que puedan esconder a los malhechores.
23 Dios no tiene que examinarlos
para someterlos a juicio.
24 No tiene que indagar para derrocar a los poderosos
y sustituirlos por otros.
25 Dios toma nota de todo lo que hacen;
por la noche los derroca, y quedan aplastados;
26 los castiga por su maldad
para escarmiento de todos,
27 pues dejaron de seguirlo
y no tomaron en cuenta sus caminos.
28 Hicieron llegar a su presencia
el clamor de los pobres y necesitados,
y Dios lo escuchó.
29 ¿Pero quién puede condenarlo
si él decide guardar silencio?
¿Quién puede verlo si oculta su rostro?
Él está por encima de pueblos y personas,
30 para que no reinen los malvados
ni se le tiendan trampas a su pueblo.
31 »Supongamos que le dijeras:
“Soy culpable; no volveré a ofenderte.
32 Enséñame lo que no alcanzo a percibir;
si he cometido algo malo, no volveré a hacerlo.”
33 ¿Tendría Dios que recompensarte
como tú quieres que lo haga,
aunque lo hayas rechazado?
No seré yo quien lo decida, sino tú,
así que expresa lo que piensas.
34 »Que me digan los sabios
y ustedes los entendidos que me escuchan:
35 “Job no sabe lo que dice;
en sus palabras no hay inteligencia.”
36 ¡Que sea Job examinado,
pues como un malvado ha respondido!
37 A su pecado ha añadido rebeldía;
en nuestra propia cara se ha burlado de nosotros,
y se ha excedido en sus palabras contra Dios.»
Comentario
Crítica
Como ha señalado Rick Warren, «La crítica es el precio de la influencia. Si no influyes a nadie, nadie va a decir ni pío acerca de ti. Pero cuanto mayor sea tu influencia...más críticos tendrás».
El pobre Job, quien estaba en una postura de liderazgo destacada (ver capítulo 1) tuvo que aguantar un aluvión constante de críticas abusivas de parte de sus 'amigos'. La crítica siempre es más dura cuando proviene de aquellos que tendrían que ser nuestros amigos. Es triste cuando la crítica injustificada a los líderes religiosos sale de la misma iglesia, de aquellos autodenominados «amigos».
Para Job tuvo que ser extremadamente irritante tener que oír a Eliú. Era alguien mucho más joven, a pesar de lo cual estaba convencido de su propia experiencia. Le dijo con arrogancia: «Yo te impartiré sabiduría» (33:33) y añadió: «Job no sabe lo que dice; en sus palabras no hay inteligencia» (34:35) insinuando que «a su pecado ha añadido rebeldía (contra Dios)» (v.37) porque no había estado de acuerdo con sus detractores.
Eliú, igual que hacen tantos críticos, pretende «hablar con sinceridad» (33:2-3) después de haber deliberado concienzudamente, así como tener una motivación pura. También dice que los otros están de acuerdo con él: «Los hombres sabios que me escuchan, y las personas sensatas, me dirán: “Job está hablando sin saber; sus palabras no tienen sentido”» (34:34–35, DHH).
También nosotros podemos caer fácilmente en la trampa de juzgar al pueblo de Dios de una manera superficial, de la misma manera que Eliú lo hace. Estemos prevenidos contra los peligros de la crítica a los demás.
Aunque se ha señalado que nadie ha levantado un monumento a una persona por criticar, esto no nos impide que todos queramos ser críticos. Ten mucho cuidado con lo que dices de otras personas y si estás en el lado de los que reciben críticas, no te sorprendas.
Oración
Señor, enséñame a evitar formular juicios superficiales sobre otras personas. Dame sabiduría y sensibilidad para con aquellos que tienen dificultades en la vida. Ayúdame a fijar mis ojos en el único líder verdadero, Jesucristo, para someterme a su Señorío, seguir su ejemplo y ser una buena influencia.
Añadidos de Pippa
Pippa añade
Como no tengo mucha fuerza física, me encantan estos versículos:
«Contigo, Dios mío, podré asaltar murallas» (Salmo 18:29); «Dios es quien me da fuerzas» (v.32); «quien me hace estar firme en las alturas » (v.33b); «quien me entrena para la batalla» (v.34); nos da su ayuda salvífica la cual es mi «escudo» (v.35a); «me sostiene con su mano derecha» (v.35b). Cuando me siento cansada y físicamente decaída, estas palabras en Salmo 18 me dan un gran aliento.
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Referencias
Escritura tomada de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional TM, NVI TM Copyright © 1999, 2005, 2015 por Biblica, Inc. Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.