Día 58

Cómo crecer en integridad

Sabiduría Salmos 27:1-6
Nuevo Testamento Marcos 9:33-10:12
Antiguo Testamento Levítico 1:1-3:17

Introducción

¿Intentas acomodar a Jesús en tu horario? ¿O más bien acomodas tu horario en función de Jesús?

«Dios no puede encajar en nuestros planes sino que nosotros debemos encajar en los suyos —escribe Eugene Peterson— no podemos usar a Dios. Él no es una herramienta, ni un electrodoméstico o una tarjeta de crédito». «Santo» es la palabra que lo sitúa más allá y por encima de nuestros intentos de encajonarlo en nuestro deseo de fantasía o dentro de nuestros esquemas utópicos sobre cómo dejar huella en el mundo. «Santo» significa que Dios vive por sí mismo, que está vivo de una manera que excede nuestra experiencia e imaginación. «Santo» se refiere a una vida que arde con una intensa pureza que transforma todo lo que toca en su semejanza».

La palabra hebrea «santo» (qadosh) probablemente significaba en su origen «separado» o «apartado». Llegó a ser usada para describir la «alteridad» de Dios y cómo Su carácter y naturaleza son mucho más grandes y mucho más maravillosos que los de ninguna otra persona o cosa. Que algo distinto de Dios sea «santo», simplemente significa que ha sido dedicada a Dios. Tú eres santo en la medida en que tu vida está dedicada a Él y tus acciones reflejan Su carácter. Santidad e integridad están íntimamente relacionadas, y Dios quiere el todo de tu vida.

Sabiduría

Salmos 27:1-6

Salmo 27

Salmo de David.

1 El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme?

2 Cuando los malvados avanzan contra mí
para devorar mis carnes,
cuando mis enemigos y adversarios me atacan,
son ellos los que tropiezan y caen.
3 Aun cuando un ejército me asedie,
no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
yo mantendré la confianza.

4 Una sola cosa le pido al Señor,
y es lo único que persigo:
habitar en la casa del
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del
y recrearme en su templo.
5 Porque en el día de la aflicción
él me resguardará en su morada;
al amparo de su tabernáculo me protegerá,
y me pondrá en alto, sobre una roca.

6 Me hará prevalecer
frente a los enemigos que me rodean;
en su templo ofreceré sacrificios de alabanza
y cantaré salmos al Señor.

Comentario

Alaba al Señor en la hermosura de la santidad

¿Cómo puedes hacer para vivir una vida exenta de temor?

David tenía numerosas razones para tener miedo. Estaba rodeado de los «malvados», «enemigos» y «adversarios» (v.2). Aun así decía: «¿A quién temeré? \[...\] ¿quién podrá amedrentarme?»(v.1). «No temerá mi corazón \[...\] yo mantendré la confianza» (v.3). ¿Cómo puedes mantener la confianza ante la oposición y los ataques?

El foco de su vida era la alabanza. Se centró en la única cosa (v.4), la que era su prioridad número uno. No intentes acomodar a Dios en tus planes; haz tus planes en función de la prioridad de la alabanza.

David ofrece una maravillosa descripción de lo que es la alabanza. Lo que más quiere hacer por encima de todo es «adorarlo en su templo y contemplar su hermosura» (v.4b, DHH). Allí «podré ofrecer sacrificios en el templo y gritar de alegría, y cantar himnos al Señor» (v.6b).

Me encanta la expresión «la hermosura del Señor» (v.4b). La palabra griega para «hermosura» (kalos) es la que se usa para describir todo lo que Jesús hizo (Marcos 7:37). Dostoievski describió a Jesús como «infinitamente hermoso». Jesús no tenía una belleza exterior (Isaías 52:2-3) sino que tenía una belleza de otro tipo: la hermosura de la santidad.

Al buscar al Señor y alzar la vista a Su hermosura en la alabanza, Él te eleva por encima de las distracciones, los miedos y las tentaciones. Como lo explica David: «Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca» (Salmo 27:5–6).

Oración

Señor, una sola cosa te pido, que habite en tu casa todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura.

Nuevo Testamento

Marcos 9:33-10:12

¿Quién es el más importante?

33 Llegaron a Capernaúm. Cuando ya estaba en casa, Jesús les preguntó:

—¿Qué venían discutiendo por el camino?

34 Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido entre sí quién era el más importante.

35 Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:

—Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.

36 Luego tomó a un niño y lo puso en medio de ellos. Abrazándolo, les dijo:

37 —El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió.

El que no está contra nosotros está a favor de nosotros

38 —Maestro —dijo Juan—, vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros.

39 —No se lo impidan —replicó Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí. 40 El que no está contra nosotros está a favor de nosotros. 41 Les aseguro que cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa.

El hacer pecar

42 »Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar. 43 Si tu mano te hace pecar, córtatela. Más te vale entrar en la vida manco, que ir con las dos manos al infierno, donde el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te hace pecar, córtatelo. Más te vale entrar en la vida cojo, que ser arrojado con los dos pies al infierno. 47 Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser arrojado con los dos ojos al infierno, 48 donde

»“su gusano no muere,
y el fuego no se apaga”.

49 La sal con que todos serán sazonados es el fuego.

50 »La sal es buena, pero si deja de ser salada, ¿cómo le pueden volver a dar sabor? Que no falte la sal entre ustedes, para que puedan vivir en paz unos con otros.

El divorcio

10Jesús partió de aquel lugar y se fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Otra vez se le reunieron las multitudes, y como era su costumbre, les enseñaba.

2 En eso, unos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?

3 —¿Qué les mandó Moisés? —replicó Jesús.

4 —Moisés permitió que un hombre le escribiera un certificado de divorcio y la despidiera —contestaron ellos.

5 —Esa ley la escribió Moisés para ustedes por lo obstinados que son —aclaró Jesús—. 6 Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”. 7 “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, 8 y los dos llegarán a ser un solo cuerpo.” Así que ya no son dos, sino uno solo. 9 Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

10 Vueltos a casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre este asunto.

11 —El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera —respondió—. 12 Y si la mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, comete adulterio.

Comentario

Sirve al Señor con una vida de santidad

¿Cuál ha de ser nuestra actitud hacia otros ministerios cristianos y otras iglesias cristianas?

¡Las divisiones entre los seguidores de Jesús empezaron muy temprano! Los discípulos comenzaron a discutir acerca de quién era el mayor (9:33-34). En este contexto, Jesús les habla sobre las características de una vida de santidad.

  • Humildad

Jesús les dice que no compitan para ser el primero. La tentación de compararse siempre está ahí. La envidia y la rivalidad son grandes peligros. Jesús dice que si vas a competir por algo, que sea por conseguir el último lugar. Si alguno quiere ser primero, «que sea el último de todos y el servidor de todos» (v.35). Los líderes están llamados a un servicio humilde.

  • Amor

«Luego tomó a un niño y lo puso en medio de ellos. Abrazándolo, les dijo: —El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, me recibe a mí» (vv.36–37). Ama y dale la bienvenida a todos, incluso de aquellos que no pueden hacer nada por ti (los niños, los débiles, los pobres). Al hacerlo estás amando y acogiendo a Jesús.

  • Tolerancia

Jesús dice a sus discípulos que no rechacen o juzguen a otros que hagan cosas «en el nombre de Jesús» porque no sean parte de su grupo (vv.38–39,41) o hagan las cosas de una manera diferente a como ellos las hacen. Es un error rechazar a otros cristianos, otras denominaciones y otras organizaciones porque no sean «de los nuestros» (v.38).

  • Disciplina

A veces toleramos el pecado en nuestra vida pero somos intolerantes respecto al pecado de los demás. Jesús nos enseña a ser tolerantes con los demás, pero intolerantes con el pecado en nuestra propia vida (vv. 42–49).

Por supuesto, Jesús no está diciendo que nos mutilemos literalmente. Más bien, usa el lenguaje figurativo para indicar lo que hacemos (con nuestras manos v.43), los lugares a los que vamos (con nuestros pies, v.45) y aquellos a lo que miramos (con nuestros ojos, v.47). Sé disciplinado, inflexible y radical con el pecado. El pecado suele llevar a la división. Jesús nos llama a ser implacables en nuestra determinación de vivir una vida de santidad.

  • Paz

Jesús les dice que no discutan sino que estén en paz. Él deseaba que sus discípulos se llevaran bien entre sí, dejaran de discutir y estuvieran «en paz unos con otros» (v.50). Más adelante, oró por que fueran uno para que el mundo creyera (Juan 17:21).

  • Fidelidad

Jesús nos llama a ser fieles en el matrimonio. Nos señala que el permiso al divorcio que dio Moisés, fue una concesión, no un mandamiento. El designio de Dios para el matrimonio es la fidelidad para toda la vida. Esposo y esposa están tan íntimamente unidos que se convierten en una sola carne: « y los dos serán como una sola persona» (Marcos 10:8, DHH). Este es el origen de las maravillosas palabras usadas en las bodas, que siguen al momento en el que los cónyuges unen sus manos e intercambian sus votos: «Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (v.9).

Oración

Señor, ayúdame por medio del poder de tu Santo Espíritu a vivir una vida de santidad y desarrollar las características de humildad, amor, tolerancia, disciplina, paz y fidelidad.

Antiguo Testamento

Levítico 1:1-3:17

El holocausto

1El Señor llamó a Moisés y le habló desde la Tienda de reunión. Le ordenó 2 que les dijera a los israelitas: «Cuando alguno de ustedes traiga una ofrenda al Señor, deberá presentar un animal de ganado vacuno u ovino.

3 »Si el animal que ofrece en holocausto es de ganado vacuno, deberá presentar un macho sin defecto, a la entrada de la Tienda de reunión. Así será aceptable al Señor. 4 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, la cual le será aceptada en su lugar y le servirá de propiciación. 5 Después degollará el novillo ante el Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tomarán la sangre y la derramarán alrededor del altar que está a la entrada de la Tienda de reunión. 6 Luego desollará la víctima del holocausto y la cortará en trozos. 7 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, harán fuego sobre el altar y le echarán leña; 8 después acomodarán los trozos sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. 9 Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

10 »Si alguien ofrece un holocausto de ganado ovino, sea de corderos o de cabras, deberá presentar un macho sin defecto. 11 Lo degollará ante el Señor, en el costado norte del altar, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. 12 Luego lo cortará en trozos, los cuales el sacerdote acomodará sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo. 13 Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo tomará todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

14 »Si alguien ofrece al Señor un holocausto de ave, deberá presentar una tórtola o un pichón de paloma. 15 El sacerdote llevará el ave al altar y le arrancará la cabeza, y luego la quemará en el altar. Después exprimirá la sangre en un costado del altar, 16 y le quitará también el buche y las entrañas, y los arrojará hacia el costado oriental del altar, donde se echa la ceniza. 17 Después la desgarrará por las alas, pero sin arrancárselas. Entonces el sacerdote la quemará en el altar, sobre la leña encendida. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

La ofrenda de cereal

2»Si alguien presenta al Señor una ofrenda de cereal, ésta será de flor de harina, sobre la cual pondrá aceite e incienso. 2 Luego la llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; allí tomará un puñado de flor de harina con aceite, junto con todo el incienso, y el sacerdote quemará esa ofrenda memorial en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor. 3 El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, ésta es sumamente sagrada.

4 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida al horno, ésta será de panes de flor de harina sin levadura, amasados con aceite, o de obleas sin levadura untadas con aceite.

5 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida en la sartén, la ofrenda será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite. 6 La partirás en pedazos y le echarás aceite. Es una ofrenda de cereal.

7 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida a la olla, la ofrenda será de flor de harina con aceite. 8 Así preparada la ofrenda de cereal, se la llevarás al Señor, es decir, se la llevarás al sacerdote, quien la presentará en el altar. 9 El sacerdote, luego de tomar una parte como ofrenda memorial, la quemará en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor. 10 El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, ésta es sumamente sagrada.

11 »Ninguna ofrenda de cereal que ustedes presenten al Señor se hará de masa fermentada, porque en una ofrenda al Señor presentada por fuego no se deben quemar ni miel ni levadura. 12 Llevarán al Señor levadura y miel como ofrenda de primicias, pero no las pondrán sobre el altar como aroma grato. 13 Todas las ofrendas de cereal las sazonarán con sal, y no dejarán que les falte la sal del pacto de su Dios. A todas las ofrendas deberán ponerles sal.

14 »Si le presentas al Señor una ofrenda de las primicias de tus cereales, ésta será de trigo nuevo, molido y tostado al fuego. Es la ofrenda de cereal de tus primicias. 15 Le pondrás aceite e incienso; es una ofrenda de cereal. 16 El sacerdote quemará parte del trigo nuevo y molido como ofrenda memorial, junto con todo el incienso y el aceite. Es una ofrenda al Señor presentada por fuego.

El sacrificio de comunión

3»Si alguien ofrece ganado vacuno al Señor como sacrificio de comunión, deberá presentarle un animal sin defecto, sea macho o hembra. 2 Pondrá su mano sobre la cabeza del animal, al que degollará a la entrada de la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. 3 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del sacrificio de comunión: la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos, 4 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 5 Entonces los hijos de Aarón quemarán todo esto en el altar, encima del holocausto que está sobre la leña encendida. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

6 »Si el sacrificio de comunión es de ganado ovino, el oferente deberá presentarle al Señor un animal sin defecto, sea macho o hembra. 7 Si la ofrenda es un cordero, lo presentará ante el Señor 8 y le impondrá la mano sobre la cabeza, degollando luego al animal ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. 9 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes de este sacrificio: la grasa, la cola entera (la cual cortará desde el espinazo), la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos, 10 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 11 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego al Señor.

12 »Si la ofrenda es una cabra, la presentará ante el Señor 13 poniendo la mano sobre la cabeza del animal, al que degollará ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. 14 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del animal: la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos, 15 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 16 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato. Toda la grasa pertenece al Señor.

17 »Éste será un estatuto perpetuo para los descendientes de ustedes, dondequiera que habiten: No se comerán la grasa ni la sangre.»

Comentario

Sé santo como el Señor es santo

¿Cómo puedes vivir una vida santa cuando el mundo a tu alrededor es lo opuesto de santo?

Cuando el pueblo de Dios estaba a punto de entrar en la tierra prometida, se da lo que Eugene Peterson describe como «una pausa narrativa», un «prolongado tiempo muerto para la instrucción, una detallada y meticulosa preparación para vivir “santamente” en una cultura que no tiene la más remota idea de lo que es “santo”».

«En primer lugar —escribe— cada detalle de nuestra vida se ve afectado por la presencia de este santo Dios». Eres llamado a la santidad en cada aspecto de tu vida diaria. En segundo lugar, continúa diciendo Peterson, «Dios provee un camino (los sacrificios y las fiestas y los sábat) para atraer todo y a todos a Su santa presencia, transformados en el fuego ardiente de la santidad».

El lenguaje del Levítico suena muy extraño para nuestros oídos modernos. La ley requería que el sacrificio fuera perfecto «sin defecto» (1:3). Mediante el sacrificio se realizaba la «expiación» (v.4). Simbólicamente, por medio de la imposición de manos sobre la cabeza de los toros, las cabras y los corderos (por ejemplo 3:2,8), se pasaba el pecado al sustituto que habría de ser sacrificado en lugar de los seres humanos. La sangre del sacrificio era extremadamente importante (1:5; 3:2,8,13).

Todo esto se puede entender completamente a la luz del Nuevo Testamento. El autor de los Hebreos nos cuenta que «sin derramamiento de sangre no hay perdón» (Hebreos 9:22). Nos explica que la ley es una «copia» (v.23) y una «sombra» (10:1). En otras palabras, es simplemente una prefiguración y una imagen de algo mucho más grande y maravilloso.

Sigue así: «La ley es sólo una sombra de los bienes venideros, y no la presencia misma de estas realidades. \[...\] ya que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados» (vv.1,4).

Todo esto estaba llevando al «sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre» (v.10). «Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando» (v.14). Recibimos el perdón total y «cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado» (v.18).

Así que el Nuevo Testamento nos dice que ya no se necesita ninguno de aquellos sacrificios. Pero conforman el antecedente para el sacrificio de Jesús y nos ayudan a comprender lo increíble que es. La santidad empieza con poner tu fe en lo que Jesús ha hecho por ti y pedir que su Santo Espíritu venga a tu vida para ayudarte a comenzar a vivir una vida de santidad.

En agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho por ti, por medio del sacrificio de Jesús hecho en tu favor, ofrece tu cuerpo «como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios» (Romanos 12:1a). «Éste es el verdadero culto que deben ofrecer» (12:1b).

Oración

Señor, lleno de agradecimiento y alabanza, te ofrezco mi cuerpo como sacrificio vivo. Ayúdame, por medio de tu Santo Espíritu que mora en mí, a ser santo como Tú eres santo.

Añadidos de Pippa

Pippa añade

Jesús dice: «Vivan en paz unos con otros» (Marcos 9:50). ¡Así se resolverían la mayor parte de los problemas del mundo!

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Referencias

Notas:

Eugene Peterson, The Message: ‘Introduction to Leviticus’, (NavPress 2007)

Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)

Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

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