Día 95

Ninguna bendición deja de recibir oposición

Sabiduría Salmos 41:1-6
Nuevo Testamento Lucas 9:57-10:24
Antiguo Testamento Deuteronomio 1:1-2:23

Introducción

«Ninguna bendición deja de recibir oposición» es uno de los muchos aforismos originales del obispo Sandy Millar con los que nos anima a todos. Durante el tiempo que fue pastor de HTB, nos enseñó a no desanimarnos por las dificultades que enfrentábamos porque, como le gustaba asegurarnos, «ninguna bendición deja de recibir oposición».

Dios te bendecirá de maneras sorprendentes y maravillosas. En los pasajes de hoy leemos acerca de la promesa de la bendición de Dios, su alcance y privilegio.

Sin embargo, también leemos sobre las maneras en las que las bendiciones encuentran oposición. Fue verdad en el caso del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y en el de los discípulos de Jesús, y también lo será en tu vida: «Ninguna bendición deja de recibir oposición».

Sabiduría

Salmos 41:1-6

Salmos 41

Al director musical. Salmo de David.

1 Dichoso el que piensa en el débil;
 el Señor lo librará en el día de la desgracia.
2 El Señor lo protegerá y lo mantendrá con vida;
 lo hará dichoso en la tierra
 y no lo entregará al capricho de sus adversarios.
3 El Señor lo confortará cuando esté enfermo;
 lo alentará en el lecho del dolor.

4 Yo he dicho: « Señor, compadécete de mí;
 sáname, pues contra ti he pecado.»
5 Con saña dicen de mí mis enemigos:
 «¿Cuándo se morirá?
 ¿Cuándo pasará al olvido?»
6 Si vienen a verme, no son sinceros;
 recogen calumnias y salen a contarlas.

Comentario

Las bendiciones encuentran oposición por los problemas, las enfermedades y las calumnias

  • Bendiciones sobre aquellos que cuidan de los pobres

Las bendiciones siguen a aquellos «que piensan en el débil» (v.1); los que cuidan al pobre, al hambriento, al enfermo, al adicto y al que está encarcelado. Esta tendría que ser una característica de aquellos que siguen al Señor. Si te ocupas del pobre, Dios promete liberarte en los tiempos difíciles, protegiéndote para preservar tu vida y bendecirte (v.2). Él promete sostenerte y sanarte (v.3). Pero estas bendiciones de Dios no vendrán sin oposición.

  • Encuentran oposición mediante problemas, enfermedades y calumnias

Puede que vengan «días de desgracia» (v.1b). Puede que haya «adversarios» (v.2b). Pueden darse períodos de «enfermedad» (v.3). Pueden venir enemigos que «no son sinceros; recogen calumnias y salen a contarlas» (v.6).

Ser consciente de que hay enemigos a tu alrededor debiera ponerte en guardia. Por ejemplo, hay algunos que vienen a «recoger calumnias». Salen a la pesca de habladurías contra ti para poder ir y «salir a contarlas». Pero Dios promete su bendición y que «no (te) entregará al capricho de (tus) adversarios» (v.2b).

Una de las cosas que animan de este salmo es que su bendición de protección no parece depender de que siempre hagas las cosas bien. David era muy consciente de su propio pecado; cuando caía, clamaba a Dios implorando misericordia y sanación (v.4).

Oración

Señor, gracias por todas las bendiciones que has derramado sobre mí. Gracias por tu promesa de librarme en los tiempos de dificultad, enfermedad y calumnia.

Nuevo Testamento

Lucas 9:57-10:24

Lo que cuesta seguir a Jesús

57 Iban por el camino cuando alguien le dijo:

—Te seguiré a dondequiera que vayas.

58 —Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

59 A otro le dijo:

—Sígueme.

—Señor —le contestó—, primero déjame ir a enterrar a mi padre.

60 —Deja que los muertos entierren a sus propios muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —le replicó Jesús.

61 Otro afirmó:

—Te seguiré, Señor; pero primero déjame despedirme de mi familia.

62 Jesús le respondió:

—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.

Jesús envía a los setenta y dos

10Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir. 2 «Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo. 3 ¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. 4 No lleven monedero ni bolsa ni sandalias; ni se detengan a saludar a nadie por el camino.

5 »Cuando entren en una casa, digan primero: “Paz a esta casa.” 6 Si hay allí alguien digno de paz, gozará de ella; y si no, la bendición no se cumplirá. 7 Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, porque el trabajador tiene derecho a su sueldo. No anden de casa en casa.

8 »Cuando entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan. 9 Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes.” 10 Pero cuando entren en un pueblo donde no los reciban, salgan a las plazas y digan: 11 “Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios.” 12 Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo.

13 »¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de ustedes, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con grandes lamentos. 14 Pero en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. 15 Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo.

16 »El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió.»

17 Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos:

—Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.

18 —Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo —respondió él—. 19 Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. 20 Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.

21 En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.

22 »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.»

23 Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. 24 Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.»

Comentario

Las bendiciones encuentran oposición de parte de Satanás y los poderes demoníacos

  • Bendiciones de seguir a Jesús

Como seguidor de Jesús, has sido bendecido en mayor medida que ningún otro ser humano que haya vivido a lo largo de la historia antes de Jesús. Él declaro: «Dichosos quienes vean lo que ustedes están viendo; porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver esto que ustedes ven, y no lo vieron; quisieron oír esto que ustedes oyen, y no lo oyeron» (10:23–24).

Las bendiciones son tan abundantes que, con mucho, superan el peso de cualquier costo aparente. Puede que en ocasiones tengas que decir adiós a comodidades (9:58), deberes (v.60) e incluso a ciertas compañías (vv.61–62).

Como los «setenta y dos», tienes la gran bendición de ser enviado por Jesús a recolectar una inmensa cosecha (10:2). Tienes el privilegio de sanar a los enfermos y decirle a la gente que «El reino de Dios ya está cerca de ustedes» (v.9).

No son solo los Doce quienes fueron enviados a sanar a los enfermos y proclamar el reino. Los setenta y dos fueron y eso es lo que hicieron exactamente. Regresaron «muy contentos» (v.17). Jesús está «lleno de alegría por el Espíritu Santo» (v.21) cuando ve las maravillosas bendiciones que reciben aquellos que lo siguen.

  • Encuentran oposición de parte de Satanás y los poderes demoniacos

Jesús nos envía como «ovejas en medio de lobos» (v.3). Pero nuestro mayor enemigo en el Nuevo Testamento es espiritual («nuestra lucha no es contra seres humanos», Efesios 6:12). Cuando «los setenta y dos regresaron muy contentos, diciendo: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre! Jesús les dijo: —Sí, pues yo vi que Satanás caía del cielo como un rayo. Yo les he dado poder a ustedes para caminar sobre serpientes y alacranes, y para vencer toda la fuerza del enemigo, sin sufrir ningún daño» (Lucas 10:17–19). El enemigo es Satanás y sus demonios.

Una vez más, se nos promete la victoria. Los demonios se tienen que someter al nombre de Jesús (vv.17,20). Pero Jesús dice que hay una bendición aún más grande: que nuestros «nombres ya están escritos en el cielo» (v.20).

Oración

Señor Jesús, gracias porque mi nombre está escrito en el cielo. Ayúdame a no dejarme intimidar por los ataques porque me has dado la «autoridad…para vencer toda la fuerza del enemigo» (v.19).

Antiguo Testamento

Deuteronomio 1:1-2:23

Moisés ordena salir de Horeb

1Éstas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel en el desierto al este del Jordán, es decir, en el Arabá, frente a Suf, entre la ciudad de Parán y las ciudades de Tofel, Labán, Jazerot y Dizahab. 2 Por la ruta del monte Seír hay once días de camino entre Horeb y Cades Barnea.

3 El día primero del mes undécimo del año cuarenta, Moisés les declaró a los israelitas todo lo que el Señor les había ordenado por medio de él. 4 Poco antes, Moisés había derrotado a Sijón, rey de los amorreos, que reinaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán, que reinaba en Astarot y en Edrey.

5 Moisés comenzó a explicar esta ley cuando todavía estaban los israelitas en el país de Moab, al este del Jordán. Les dijo:

6 «Cuando estábamos en Horeb, el Señor nuestro Dios nos ordenó: “Ustedes han permanecido ya demasiado tiempo en este monte. 7 Pónganse en marcha y diríjanse a la región montañosa de los amorreos y a todas las zonas vecinas: el Arabá, las montañas, las llanuras occidentales, el Néguev y la costa, hasta la tierra de los cananeos, el Líbano y el gran río, el Éufrates. 8 Yo les he entregado esta tierra; ¡adelante, tomen posesión de ella!” El Señor juró que se la daría a los antepasados de ustedes, es decir, a Abraham, Isaac y Jacob, y a sus descendientes.

Nombramiento de jefes

9 »En aquel tiempo les dije: “Yo solo no puedo con todos ustedes. 10 El Señor su Dios los ha hecho tan numerosos que hoy son ustedes tantos como las estrellas del cielo. 11 ¡Que el Señor, el Dios de sus antepasados, los multiplique mil veces más, y los bendiga tal como lo prometió! 12 ¿Cómo puedo seguir ocupándome de todos los problemas, las cargas y los pleitos de ustedes? 13 Escojan de cada una de sus tribus a hombres sabios, inteligentes y experimentados, para que sean sus jefes.”

14 »Ustedes me respondieron: “Tu plan de acción nos parece excelente.” 15 Así que tomé a los líderes de sus tribus, hombres sabios y experimentados, y les di autoridad sobre ustedes. Los puse como jefes de grupos de mil, de cien, de cincuenta y de diez, y como funcionarios de las tribus. 16 Además, en aquel tiempo les di a sus jueces la siguiente orden: “Atiendan todos los litigios entre sus hermanos, y juzguen con imparcialidad, tanto a los israelitas como a los extranjeros. 17 No sean parciales en el juicio; consideren de igual manera la causa de los débiles y la de los poderosos. No se dejen intimidar por nadie, porque el juicio es de Dios. Los casos que no sean capaces de resolver, tráiganmelos, que yo los atenderé.”

18 »Fue en aquel tiempo cuando yo les ordené todo lo que ustedes debían hacer.

Misión de los espías

19 »Obedecimos al Señor nuestro Dios y salimos de Horeb rumbo a la región montañosa de los amorreos. Cruzamos todo aquel inmenso y terrible desierto que ustedes han visto, y así llegamos a Cades Barnea. 20 Entonces les dije: “Han llegado a la región montañosa de los amorreos, la cual el Señor nuestro Dios nos da. 21 Miren, el Señor su Dios les ha entregado la tierra. Vayan y tomen posesión de ella como les dijo el Señor, el Dios de sus antepasados. No tengan miedo ni se desanimen.”

22 »Pero todos ustedes vinieron a decirme: “Enviemos antes algunos de los nuestros para que exploren la tierra y nos traigan un informe de la ruta que debemos seguir y de las ciudades en las que podremos entrar.”

23 »Su propuesta me pareció buena, así que escogí a doce de ustedes, uno por cada tribu. 24 Los doce salieron en dirección a la región montañosa, y llegaron al valle de Escol y lo exploraron. 25 Tomaron consigo algunos de los frutos de la tierra, nos los trajeron y nos informaron lo buena que es la tierra que nos da el Señor nuestro Dios.

Rebelión contra el

26 »Sin embargo, ustedes se negaron a subir y se rebelaron contra la orden del Señor su Dios. 27 Se pusieron a murmurar en sus carpas y dijeron: “El Señor nos aborrece; nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos y destruirnos. 28 anaquitas”

29 »Entonces les respondí: “No se asusten ni les tengan miedo. 30 El Señor su Dios marcha al frente y peleará por ustedes, como vieron que lo hizo en Egipto 31 y en el desierto. Por todo el camino que han recorrido, hasta llegar a este lugar, ustedes han visto cómo el Señor su Dios los ha guiado, como lo hace un padre con su hijo.”

32 »A pesar de eso, ninguno de ustedes confió en el Señor su Dios, 33 que se adelantaba a ustedes para buscarles dónde acampar. De noche lo hacía con fuego, para que vieran el camino a seguir, y de día los acompañaba con una nube.

34 »Cuando el Señor oyó lo que ustedes dijeron, se enojó e hizo este juramento: 35 “Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la buena tierra que juré darles a sus antepasados. 36 Sólo la verá Caleb hijo de Jefone. A él y a sus descendientes les daré la tierra que han tocado sus pies, porque fue fiel al Señor.”

37 »Por causa de ustedes el Señor se enojó también conmigo, y me dijo: “Tampoco tú entrarás en esa tierra. 38 Quien sí entrará es tu asistente, Josué hijo de Nun. Infúndele ánimo, pues él hará que Israel posea la tierra. 39 En cuanto a sus hijos pequeños, que todavía no saben distinguir entre el bien y el mal, y de quienes ustedes pensaron que servirían de botín, ellos sí entrarán en la tierra y la poseerán, porque yo se la he dado. 40 Y ahora, ¡regresen al desierto! Sigan la ruta del Mar Rojo.”

41 »Ustedes me respondieron: “Hemos pecado contra el Señor. Pero iremos y pelearemos, como el Señor nuestro Dios nos lo ha ordenado.” Así que cada uno de ustedes se equipó para la guerra, pensando que era fácil subir a la región montañosa.

42 »Pero el Señor me dijo: “Diles que no suban ni peleen, porque yo no estaré con ellos. Si insisten, los derrotarán sus enemigos.”

43 »Yo les di la información, pero ustedes no obedecieron. Se rebelaron contra la orden del Señor y temerariamente subieron a la región montañosa. 44 Los amorreos que vivían en aquellas montañas les salieron al encuentro y los persiguieron como abejas, y los vencieron por completo desde Seír hasta Jormá. 45 Entonces ustedes regresaron y lloraron ante el Señor, pero él no prestó atención a su lamento ni les hizo caso. 46 Por eso ustedes tuvieron que permanecer en Cades tanto tiempo.

Peregrinación por el desierto

2»En seguida nos dirigimos hacia el desierto por la ruta del Mar Rojo, como el Señor me lo había ordenado. Nos llevó mucho tiempo rodear la región montañosa de Seír. 2 Entonces el Señor me dijo: 3 “Dejen ya de andar rondando por estas montañas, y diríjanse al norte. 4 Dale estas órdenes al pueblo: ‘Pronto pasarán ustedes por el territorio de sus hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Aunque ellos les tienen miedo a ustedes, tengan mucho cuidado; 5 no peleen con ellos, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio, ni siquiera el lugar donde ustedes planten el pie. A Esaú le he dado por herencia la región montañosa de Seír. 6 Páguenles todo el alimento y el agua que ustedes consuman.’”

7 »Bien saben que el Señor su Dios los ha bendecido en todo lo que han emprendido, y los ha cuidado por todo este inmenso desierto. Durante estos cuarenta años, el Señor su Dios ha estado con ustedes y no les ha faltado nada.

8 »Así que bordeamos el territorio de nuestros hermanos, los descendientes de Esaú, que viven en Seír. Seguimos la ruta del Arabá, que viene desde Elat y Ezión Guéber. Luego dimos vuelta y viajamos por la ruta del desierto de Moab.

9 »El Señor también me dijo: “No ataquen a los moabitas, ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. A los descendientes de Lot les he dado por herencia la región de Ar.” »

10 Tiempo atrás vivió allí un pueblo fuerte y numeroso, el de los emitas, que eran tan altos como los anaquitas. 11 Tanto a ellos como a los anaquitas se les consideraba gigantes, pero los moabitas los llamaban emitas. 12 Antiguamente los horeos vivieron en Seír, pero los descendientes de Esaú los desalojaron, los destruyeron y se establecieron en su lugar, tal como lo hará Israel en la tierra que el Señor le va a dar en posesión.

13 «El Señor ordenó: “¡En marcha! ¡Crucen el arroyo Zéred!” Y así lo hicimos. 14 Habían pasado treinta y ocho años desde que salimos de Cades Barnea hasta que cruzamos el arroyo Zéred. Para entonces ya había desaparecido del campamento toda la generación de guerreros, tal como el Señor lo había jurado. 15 El Señor atacó el campamento hasta que los eliminó por completo.

16 »Cuando ya no quedaba entre el pueblo ninguno de aquellos guerreros, 17 el Señor me dijo: 18 “Hoy van a cruzar la frontera de Moab por la ciudad de Ar. 19 Cuando lleguen a la frontera de los amonitas, no los ataquen ni los provoquen a la guerra, porque no les daré a ustedes ninguna porción de su territorio. Esa tierra se la he dado por herencia a los descendientes de Lot.” 20 Hace mucho tiempo, a esta región se le consideró tierra de gigantes, porque antiguamente ellos vivían allí. Los amonitas los llamaban zamzumitas. 21 Eran fuertes y numerosos, y tan altos como los anaquitas, pero el Señor los destruyó por medio de los amonitas, quienes luego de desalojarlos se establecieron en su lugar. 22 Lo mismo hizo el Señor en favor de los descendientes de Esaú, que vivían en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los horeos. A éstos los desalojó para que los descendientes de Esaú se establecieran en su lugar, y hasta el día de hoy residen allí. 23 Y en cuanto a los aveos que vivían en las aldeas cercanas a Gaza, los caftoritas procedentes de Creta los destruyeron y se establecieron en su lugar.

Comentario

Las bendiciones encuentran oposición en los problemas, las cargas y las disputas

  • Bendiciones en los días de desierto

¿Estás atravesando una época de dificultad en este momento? ¿Sientes que estás en un periodo de desierto en tu vida?

A veces parece que hay una larga demora entre la promesa de Dios y el cumplimiento de la promesa. ¿Qué hacemos mientras esperamos que Dios cumpla lo que ha prometido?

Durante los años de desierto tu fe es puesta a prueba. Aprende a confiar en Dios, buscar su presencia y adorarlo cuando la vida es dura.

En el Deuteronomio se recoge uno de los sermones más largos que nunca se hayan predicado. Ciertamente es el más largo de la Biblia y el último que predicó Moisés.

En el libro del Deuteronomio leemos cómo Moisés impartía instrucciones al pueblo. Aquí Moisés reitera que la ley de Dios fue dada al pueblo, transmitiendo los caminos de Dios para una generación venidera. Un tema central es «la tierra», el cual quizás tiene su paralelo en el Nuevo Testamento con las bendiciones del «reino de Dios», que vienen por medio de estar en Cristo y vivir bajo el reinado y gobierno de Dios.

La Biblia es la historia del pueblo de Dios, la bendición de Dios y el reinado de Dios. Experimentas la bendición de Dios cuando vives bajo el reinado de Dios. Al principio del Deuteronomio, se nos recuerdan las bendiciones de Dios para su pueblo en el pasado, presente y futuro.

En primer lugar, en cuanto al pasado, Moisés dijo: «El Señor su Dios los ha guiado, como lo hace un padre con su hijo \[…\] los ha bendecido en todo lo que han emprendido, y los ha cuidado por todo este inmenso desierto. Durante estos cuarenta años, el Señor su Dios ha estado con ustedes y no les ha faltado nada» (1:31; 2:7).

En segundo lugar, respecto al presente, Moisés les recuerda las maneras en las que Dios ha sido fiel a sus promesas a Abraham: «El Señor su Dios los ha hecho tan numerosos que hoy son ustedes tantos como las estrellas del cielo» (1:10). Por cuatro veces descubrimos en este capítulo inicial que Dios está dando a su pueblo la tierra de Canaán (vv.8,20,21,25). Es un don de gracia inmerecida para el pueblo de Dios, igual que por pura gracia tú y yo podemos tener una relación con Dios por medio de Jesús.

En tercer lugar, en relación con el futuro, Moisés habló de todas las bendiciones que Dios daría a su pueblo. Oró así: «¡Que el Señor, el Dios de sus antepasados, los multiplique mil veces más, y los bendiga tal como lo prometió!» (v.11). A medida que sigas viviendo bajo el gobierno de Dios, irás experimentando más y más la bendición de Dios.

  • Encuentran oposición en los problemas, las cargas y las disputas

Aun así, junto con estas bendiciones, Moisés también subraya una serie de problemas, cargas y disputas (v.12). Dios dijo: «Han permanecido ya demasiado tiempo en este monte \[…\] Yo les he entregado esta tierra; ¡adelante, tomen posesión de ella!» (vv.6–8). Lo que tan solo era un viaje de once días ¡les había llevado cuarenta años! Habían desarrollado una mentalidad de desierto, permitiéndoles superar el miedo y el desánimo (v.21), la murmuración (v.27), la desilusión (v.28) y la oposición (v.26 en adelante).

Ahora había llegado la hora de ponerse en marcha (v.7). Aun así, Moisés no prometió que se librarían de los problemas. De hecho Moisés les hablo de «sus enemigos» (v.42). Les esperaban muchas batallas por delante y mucha oposición; la clave es seguir al Señor de todo corazón (v.36b).

También necesitamos liderazgo y organización. Moisés les dijo que escogieran «hombres sabios, inteligentes y experimentados» (v.13) y que delegaran. Elegir a la gente adecuada es clave para delegar y evitará tener que acabar gestionando las cosas pequeñas. Como dijo el general George Patton: «Nunca digas a la gente cómo hacer las cosas. Diles lo que hay que hacer y te sorprenderán con su ingenuidad». La delegación conlleva poner a otros a cargo pero estar dispuesto a asumir la responsabilidad en última instancia (vv.9–18).

Nunca dejes que la oposición que recibas te desanime. Moisés dijo: «No se asusten ni les tengan miedo. El Señor su Dios marcha al frente y peleará por ustedes» (vv.29–30).

Oración

Señor, ayúdame a no desanimarme por los problemas, las cargas o la oposición, sino a seguirte de todo corazón y disfrutar plenamente de tus bendiciones.

Añadidos de Pippa

Pippa añade

Lucas 10:19

«Les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño».

Este versículo me da mucho ánimo, ¡aunque no me gustaría ponerlo a prueba!

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Referencias

Notes:
Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. «NIV» is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790.

Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org)

Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group.

La Biblia con Nicky y Pippa Gumbel

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